Hoy en Chile existen estereotipos sobre el rol que las mujeres deben cumplir en nuestra sociedad, creando barreras culturales que funcionan como verdaderos lomos de toro a millones de ellas que aspiran a un trabajo remunerado formal, pues cargan también con la responsabilidad cultural del cuidado de los hijos y los quehaceres del hogar. Hoy, de cada 10 personas que cuentan con autonomía económica en Chile tan solo 3 son mujeres, lo que constituye una inequidad que resulta imperativa de corregir. La autonomía económica constituye un pilar ético fundamental para garantizar la dignidad de los chilenos. Ahora bien -para aquellos que están leyendo esta columna con una ceja levantada- estas barreras culturales también son un lomo de toro para muchos hombres que quieren ser parte de la educación y crianza de sus hijos, realidad que se refleja en que solo el 0,2% de ellos hacen uso del post natal paternal. Estas cifras nos revelan que hoy parte importante del rol que las personas tienen en nuestra sociedad está determinado por el hecho de ser mujer u hombre, contexto sobre el cual debemos avanzar impulsando un cambio cultural que releve los sesgos inconscientes y termine con los estereotipos.
Las cifras avalan la necesidad de incorporar una mayor fuerza laboral femenina a nivel nacional y mundial, pues lograrlo aportaría en forma importante, tanto al crecimiento económico-y por consecuente a una mayor recaudación fiscal- como a la superación de la pobreza en nuestro país. Por otra parte, lograr mayores oportunidades culturales a los hombres para participar del cuidado de sus hijos les permitirán potenciar habilidades humanas que no podrán ser reemplazadas por los robots o la automatización. Avanzamos así hacia una sociedad que incentive la natalidad, abrace la infancia y otorgue mayores oportunidades laborales tanto a hombres como mujeres.
El diagnóstico es la parte fácil, el desafío es lograrlo. El verdadero reto es lograr transmitir el mensaje que la sociedad la construimos todos- mujeres y hombres, madres y padres, empleadores y trabajadores, sector público y privado - por lo que un esfuerzo colectivo es una condición fundamental para avanzar.
El mundo político ha escuchado el mensaje con claridad y así lo ha demostrado el Ejecutivo a través de su "Agenda Mujer" y el apoyo transversal de iniciativas tan necesarias como una nueva legislación de sala cuna que no encarezca la contratación femenina e incorpore el concepto de corresponsabilidad parental. Ahora bien, el mundo privado debe hacerse parte de este desafío; incentivar el uso del post natal paternal así como repensar nuestra forma de trabajar, transitando hacia lugares de trabajo que valoren la productividad por sobre la presencia, son herramientas para lograrlo.
Ideas sin convicción es creatividad; convicción sin ideas es gestión; ideas con convicción es lo que necesitamos para avanzar hacia una sociedad más equitativa entre mujeres y hombres, basada en la confianza y en la colaboración.