En su último Informe de Estabilidad Financiera que se divulgó este miércoles, el Banco Central advirtió de las principales amenazas para la estabilidad financiera. Entre ellos menciona a un empeoramiento del escenario externo y una mayor tensión geopolítica.
“Un empeoramiento del escenario macrofinanciero externo es el principal riesgo para los mercados financieros emergentes. De persistir la reaceleración de la economía norteamericana por sobre lo esperado, mantendría su política monetaria restrictiva por más tiempo. Esto, entre otros factores, ha elevado las tasas largas y llevado a la expectativa de que pudieran permanecer elevadas por más tiempo, incrementando el costo de financiamiento, intensificando el reciente retroceso de precios de activos –que podría gatillar incrementos abruptos en premios por riesgo– y elevando el riesgo de salidas de capitales desde emergentes”, indicó el ente rector.
y luego agregó que “una intensificación de las tensiones geopolíticas podría tener impactos en mercados financieros. Un escenario en que las tensiones geopolíticas se extiendan a otras jurisdicciones –como es el caso del conflicto en Medio Oriente– podrían afectar el apetito por riesgo global incrementando la volatilidad de precios de activos, generar disrupciones en flujos de comercio y reversión de flujos de capitales, así como también generar disrupciones en los precios de commodities, en particular en petróleo, lo que puede generar presiones inflacionarias”.
Los otros riesgos que identificó el Banco Central en su informe entregado este miércoles, son los riesgos financieros de China, debido a los problemas que se observan en el mercado inmobiliario, se mantienen los factores de vulnerabilidad de la banca regional norteamericana, y un posible deterioro adicional de las condiciones financieras externas y la magnitud con que se traspase a los mercados locales.
Usuarios de crédito
En cuanto a los usuarios de crédito, el Banco Central indicó que el endeudamiento de las empresas ha disminuido y el impago se ha estabilizado, salvo en sectores más procíclicos y de ciertas firmas que accedieron a programas de apoyo durante la pandemia.
El endeudamiento agregado de las empresas disminuyó al segundo trimestre de 2023, frente al cierre del año pasado. La deuda de las empresas no bancarias alcanzó el 109% del PIB, por debajo del 117% del PIB del informe previo.
Los indicadores financieros de las empresas que reportan sus balances a la Comisión para el Mercado Financiera, se mantuvieron estables, según detalló el BC.
Por otro lado, el informe detalla que se ha prolongado la delicada situación financiera de las isapres.
“La exposición directa del sector financiero es acotada y el deterioro en la situación de este sector ha llevado a las instituciones bancarias ha incorporar un mayor riesgo dentro de su gestión de cartera. Como se ha mencionado en informes anteriores, este caso realza la importancia de una correcta evaluación del riesgo de la cartera por parte de los bancos, con la finalidad de constituir oportunamente las provisiones necesarias y suficientes para cubrir las pérdidas, acorde a la normativa vigente emitida por la CMF”, detalló el ente rector.
En otros aspectos, el BC menciona que se han reducido las tasas de los créditos comerciales, pero las condiciones de otorgamiento siguen siendo restrictivas, el impago bancario se ha estabilizado y el principal riesgo para las empresas es un deterioro de las condiciones financieras externas.
Hogares
El Banco Central dijo que ha habido una estabilización en el consumo de los hogares y un repunte en el ahorro.
“En el segundo trimestre de este año, el ingreso disponible bruto de los hogares aumentó 16,5% anual. Esto junto a la menor expansión del consumo, determinaron que la tasa de ahorro del sector aumentara a 2,9% del PIB en junio de este año, lo que se compara con -0,7% del PIB registrado en el Informe anterior”, detalló la entidad.
El ente rector informó además que las tasas de las colocaciones de consumo se han ajustado en línea con el inicio del ciclo de baja de tasas. El crédito de consumo atenúa su caída en el margen, mientras que el hipotecario se ha ido recuperando.
Los niveles de endeudamiento y carga financiera de los hogares no mostraron grandes variaciones, mientras que el impago en consumo se mantiene en su nivel prepandemia.