Sorpresivo. Ese fue el concepto más usado ayer por analistas de mercado para referirse al Imacec de mayo, que registró una expansión de 4,9%, muy por sobre las expectativas del mercado, que en el caso de las más optimistas apuntaban hasta 4,5%, convirtiéndose en el mejor dato para ese mes desde 2012.
Más sorpresivo aún si se toma en cuenta que el quinto mes de este año tuvo un día hábil menos que el ejercicio pasado y una base de comparación más exigente que en meses previos.
Según los datos entregados por el Banco Central, el componente minero creció 6,9%, en línea con lo anticipado para la producción minera, mientras que el no minero aumentó en 4,7%, empujado por servicios y comercio.
Con esto, la economía promedia a la fecha una expansión de 4,7%, el mejor registro también desde 2012 para igual período.
El gobierno destacó positivamente la cifra, aunque puso una nota de cautela.
Según el Presidente Sebastián Piñera, el resultado "es una buena noticia pero no es para bajar los brazos ni dormirnos en los laureles", apuntando a la desaceleración en la creación de empleo, que creció sólo 2,1% en el último trimestre móvil marzo-mayo, según el INE. "Queremos que el crecimiento de la economía se traduzca en mejores empleos y salarios. vamos a tener que hacer todos los esfuerzos necesarios para facilitar, promover e incentivar la creación de empleo en nuestro país", dijo el Mandatario.
En la misma línea, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, agregó que "nos alegramos pero no cantamos victoria, nos estamos poniendo de pie, pero esta es una carrera de largo aliento".
La cautela del jefe de las finanzas públicas apuntó a la inminencia de la guerra comercial entre EEUU y China y sus efectos en el país. "Tenemos algunos nubarrones en la economía mundial, una caída del precio del cobre, tasas de interés que empiezan a aumentar en una de las principales economías y una guerra comercial que está afectando a todo el mundo", sostuvo.
Chile y el mundo
El crecimiento de mayo consolida la posibilidad de que la economía doméstica alcance e incluso supere una expansión de 4% en 2018, sobre el techo de la proyección del Banco Central en el último Ipom.
Este registro ubicaría a la economía doméstica sobre el crecimiento de América Latina (estimado por BBVA en torno a 3,6%) e incluso, sobre la estimación del FMI para el mundo, de 3,9%. Esto último no se veía desde 2013, cuando la economía chilena creció 4,1% versus el 3,5% mundial.
¿En qué factores se apoya esta posibilidad?
Según el análisis de Banchile, "la economía chilena se encuentra en una fase de consolidación de la recuperación cíclica que comenzó con el repunte de la actividad minera en el tercer trimestre de 2017", del que el último Imacec es reflejo, destacando la velocidad de expansión que registró el sector no minero de la economía.
Un análisis que comparte BBVA, que señala que "estos registros evidencian un genuino repunte de los sectores distintos de minería, que permitirían sostener un crecimiento significativamente mayor que años previos", ratificando el cierre de brechas de la economía.
En esa línea, Benjamín Sierra, de Scotiabank, dice que las cifras de ayer dan cuenta "que la acumulación de inventarios se está dando a una velocidad relativamente alta; que la recuperación responde todavía a expectativas y a un prolongado crecimiento por debajo del potencial y que la recuperación de servicios, especialmente empresariales, relacionados con la reactivación de proyectos de inversión, probablemente es bastante intensa".
No obstante las expectativas, los analistas privados comparten la nota de cautela de las autoridades.
Agustín García, de Clapes UC, sostiene que "es importante tener en cuenta que los riesgos externos persisten, entre ellos, el enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China y el ritmo de aumento de la tasa monetaria de la Reserva Federal en lo que resta del año.
Un dato relevante para los expertos, es lo que pudiera ocurrir con el Imacec de junio, que prevén, podría ubicarse en torno al 5%, lo que consolidaría al segundo trimestre como el peak de crecimiento del año, en torno a 4,9%.
Esto, si bien las expectativas son más modestas para el segundo semestre, a juicio de Miguel Ricaurte de Itaú, por "una base de comparación mayor, dado el buen desempeño de la economía durante la segunda parte de 2017, que llevará a los registros de crecimiento a moderarse a un rango de 3% a 4%".
Incluso, agregan en Santander, cabe la posibilidad de que exista un rezago en el empeoramiento del escenario externo. Así, afirman "es probable que un peor escenario externo no incida en el crecimiento de Chile este año, sino que más bien,afecte las perspectivas para 2019".