Los precios de las hortalizas hoy están bajo la lupa de los consumidores. ¿La razón? Los impactos que puede generar las inundaciones en la zona centro-sur del país. Así lo anticiparon este domingo el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, y el presidente de la Asociación de Ferias Libres, Froilán Flores, aunque el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, matizó este eventual comportamiento.

Sin embargo, ya algunos precios de estos productos empiezan a mostrar aumentos. De acuerdo a datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) y recopilados por el Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, por ejemplo la acelga, entre el 20 y el 27 de junio mostró un incremento de 27% en Lo Valledor y de 10% en la Vega Central, con valores entre $1.089 y $ 1.035 respectivamente.

La lechuga, en tanto, tuvo un aumento de 43% en Lo Valledor y de 16% en La Vega Central, con precios de $422 y $428 en cada uno de ellos. A su vez, el repollo en la Vega Central registró un alza de 17%, pero en Lo Valledor mostró una disminución de 3%, mientras la cebolla subió 7% el kilo, pasando de $491 a $527 en una semana, y la zanahoria pasó de $253 a $265, anotando un incremento de 5%.

Valentina Apablaza, investigadora del OCEC-UDP, explica que las verduras que más verán afectados sus valores son aquellas que se plantan a ras de suelo, como la lechuga y la acelga. “Su precio aumentará mayormente en aquellos casos en los que las lluvias hayan destruido por completo las plantaciones y pueden tener un mayor efecto inflacionario”, sostiene.

Asimismo, subraya que hay otros productos, como el tomate o el zapallo italiano, que también podrían ver afectados sus precios, pero en menor medida pues, aunque no se hayan visto impactados directamente por la lluvia, sí son susceptibles a las bajas temperaturas.

De todos modos, precisa que este aumento de precios no debiera ser generalizado para todas las verduras disponibles, esto porque “una parte importante ya se encontraban cosechadas, como la cebolla o el zapallo”.

Apablaza afirma que si bien los precios ya comenzaron a subir, su mayor aumento debiera presenciarse en el mes de julio, debido a que todavía no se tiene certeza sobre la magnitud de los daños asociados a las lluvias. Además, puntualiza que “desconocemos si este fenómeno se pueda repetir y amplificar los daños en la producción de frutas y verduras”.

Efecto en el IPC: acotado por ahora

Los economistas comenzaron a estimar cómo este factor podría impactar en el IPC de junio y julio. Al respecto, lo primero que plantean es que se trataría de un impacto moderado y que se reflejaría principalmente en la inflación de julio, por lo poco que queda para que termine el actual mes.

Felipe Alarcón, economista asesor de Euroamerica, manifiesta que “podría haber un impacto acotado en el precio de hortalizas en las ferias, en particular de lechugas, pero en general las frutas y verduras frescas no pesan mucho en la canasta (2,8%), por lo que no debiese ir más allá de un riesgo alcista para el IPC total, particularmente el de julio”. Para Alarcón, el IPC de junio debería estar en 0,1% y en 0,3% el de julio.

Asimismo, Felipe Ruiz, economista de Bci, menciona que de manera preliminar también proyecta un IPC de junio en 0,1% y de 0,3% en julio.

No obstante, señala que “los riesgos a esta estimación están inclinados al alza, principalmente por factores transitorios. Las lluvias en el centro-sur podrían tener impacto por el lado de hortalizas, con alzas que podrían manifestarse de cara a los próximos meses”. En ese sentido, acota que “sujeto a la evolución de los acontecimientos, ello podría entregar algunas décimas adicionales, pero aún está en estudio”.

Mientras que Tomás Flores, economista de LyD, es otro que espera un IPC de junio de 0,1% y en julio un alza de 0,3%. “El efecto será acotado en el precio de las hortalizas, debido que zonas relevantes en producción no fueron tan afectadas por las lluvias”, estima.

El peso que tienen las hortalizas en la canasta total de IPC es relativamente bajo, alcanzando alrededor de un 3% de ella. A modo de referencia, la totalidad de alimentos representa cerca de un 19% de la canasta total.