Mucho se ha escrito por estos días de las consecuencias macroeconómicas que podría tener la guerra comercial entre Estados Unidos y China, pero poco se ha hablado sobre cómo este fenómeno podría afectar a las pymes chilenas. Una baja en la demanda, mayor incertidumbre y una desaceleración en el crecimiento global, son los principales factores que atentarían contra la sustentabilidad de este sector.

El 44% de las empresas exportadoras chilenas, son pymes. Es decir, unos 3.577 emprendimientos. Esto equivale a unos US$ 1.543 millones al año, algo así como un 1,56% del PIB. En tanto, el intercambio comercial entre Chile y China en 2017 fue de US$34.596 millones, mientras que con Estados Unidos esta cifra fue de US$21.659 millones.

Es por este motivo que es clave identificar cuáles pueden ser los alcances de este conflicto comercial. Este es un mensaje que entendieron las autoridades. Y es por esta razón que Direcon junto a ProChile, organismo encargado de promover las exportaciones de productos y servicios del país, ya se encuentran estudiando las posibles consecuencias tras el endurecimiento de la política arancelaria entre ambos países. Mientras tanto, los expertos ya vislumbran lo que podría pasar con las pymes.

"En el PIB del mundo, la guerra comercial ha tenido un impacto de dos décimas. En tanto, se han rectificado los pronósticos de las diversas organizaciones. Por ejemplo, el FMI anunció que el crecimiento global iba a ser de 3,9%, sin embargo, este se acaba de ajustar a 3,7%. Sabemos que este es el escenario que va a ocurrir de aquí a fin de año.

Es decir, hay un impacto en la actividad económica del mundo y cuando esto pasa, las más afectadas son las pequeñas y medianas empresas", explica Alejandro Alarcón, economista de la Universidad de Chile.

Esto se traduciría en una disminución de las ventas que las pymes efectúan al exterior. "En la crisis que ocurrió hace diez años, el comercio internacional se redujo a la mitad.

Por ejemplo, en 2009 más de 100 países estuvieron en recesión. Si sigue escalando, la guerra comercial va a afectar a las pymes en ese sentido. Es por este motivo que es clave que estas tengan sus balances sanos, porque cuando cae la actividad, se produce un estrechamiento de un insumo fundamental, que es el crédito", asegura Alarcón.

Es por este motivo que es fundamental que la guerra comercial entre ambas potencias no siga escalando, pues incrementaría el riesgo en las pymes. "Ante la creciente incertidumbre global, las pequeñas y medianas empresas exportadoras que estén considerando aumentar su capacidad instalada, especialmente si dicha inversión se financiaría con deuda, debieran tener mayor cautela al respecto", manifiesta Carlos Acuña, investigador del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la UC (Clapes).

Es entonces cuando se vuelve clave que las pymes comiencen a mirar hacia otros horizontes. "Debieran tomar acciones destinadas a diversificar sus clientes entre los distintos países, pues ello permitiría mitigar los efectos adversos de una profundización de la guerra comercial", dice Acuña.

Tomás Flores, ex subsecretario de Economía y académico de la Universidad Mayor, pone en contexto la situación. "Las pymes chilenas no exportan mucho y las que lo hacen, envían a países latinoamericanos.

El mayor impacto será indirecto, que está dado por el menor crecimiento en el mundo y como este afectará a Perú, Colombia y México, que son mercados a los que las pymes exportan en mayor medida", dice.

Otro factor será el peso de las divisas, del cual dependen las pymes. "Va a haber un escenario de mayor volatilidad cambiaria que el que hemos visto hasta hace pocos años y esa es una variable que afectará a las pymes.

Esto puede mitigarse en la medida de que accedan a seguros de cambio, pero sabemos que el acceso de las pequeñas y medianas empresas a estos instrumentos financieros no es todo lo fluido que uno quisiera", destaca Osvaldo Rosales, consultor en economía internacional.