Diversos contenedores de salmón -de distinto origen- se encuentran sin poder entrar a China desde el fin de semana. Esto, luego que la autoridad sanitaria de ese país encendiera las alarmas ante un rebrote del Covid-19 en el país, que fue precisamente donde se originó la pandemia.

Esta vez, una de las principales fuentes de contagio se produjo en Beijing, precisamente en un mercado en el cual se vende salmón importado y en el que se detectó presencia del coronavirus en una de las tablas donde se manipula el alimento.

Este hallazgo generó gran temor en el país, el que afectó directamente al salmón. Por ello, en diversas regiones y en grandes cadenas de retail se decidió retirar de la oferta los productos de salmón, tanto fresco como congelado, a la vez que los restaurantes dejaron de preparar platos con este producto.

Pese a todo el revuelo, y a que China culpó directamente al salmón importado de traer de vuelta el coronavirus a su territorio, las empresas chilenas que producen salmón y el gobierno no han recibido instrucciones oficiales para detener los envíos de salmón a ese país. Sin embargo, la autoridad sanitaria de la potencia asiática recomendó a los importadores devolver las cargas o, incluso, destruirlas.

De esta manera, los productores tanto chilenos como de otros países decidieron desviar la carga a otros mercados como Estados Unidos, Brasil u otro país asiático cerca de China.

Pero esto tendrá consecuencias: una de las más temidas es una baja en los precios en el corto plazo de los salmones. Ya en lo que va de la crisis de la pandemia, el salmón ha mostrado señales de debilidad. Según datos de Datasalmon, el kilo de filete Trim D de salmón atlántico puesto en el puerto de Miami ha bajado 14,98% en las últimas cuatro semanas.

Impacto en Chile

De todos modos, China es un mercado importante, pero no el principal para los envíos chilenos de salmón. Para la acuícola Ventisqueros, el mercado chino representa cerca del 10% de sus ventas y con el cierre de dicho mercado están redirigiendo su carga a Estados Unidos, Europa, Brasil y otros mercados asiáticos.

“En lo inmediato sí hay efectos en el precio, considerando que los mercados alternativos no están funcionando en su normalidad”, sostuvo el gerente comercial de Ventisqueros, Fernando Pérez. Agregó que un volumen adicional hacia estos destinos puede generar desajustes, aun cuando no sea un porcentaje mayoritario. “Debemos ser cautos, dado que esta situación está en desarrollo. La industria chilena y noruega, junto con organismos técnicos tales como Sernapesca (Ver entrevista), FAO, University College of London y GSI, han sido enfáticos en que no existe evidencia que sugiera que el SARS-CoV-2 pueda infectar animales acuáticos y, por lo tanto, los mariscos y el salmón siguen siendo seguros para comer. Esto ya se ha transmitido hacia nuestros clientes, por lo que estamos monitoreando las reacciones y cómo podríamos retomar nuestras ventas regulares”, manifestó Pérez.

Un temor que existe es que Noruega, el mayor productor de salmón, también envíe productos que iban a China a otros mercados, lo que intensificará la oferta, afectando el precio.

Incertidumbre

Otros actores del mercado califican de incierta la situación. Por lo mismo, espera ver cómo evoluciona esta semana para decidir el camino a seguir.

Pese al cierre casi completo del mercado chino, hasta este martes algunas plataformas de e-commerce mantenían salmón a la venta en sus plataformas. En otras en tanto, se eliminó la venta del salmón en las tiendas oficiales, pero en las propias de distribución se sigue vendiendo.

“Nuestros clientes han tomado medidas de precaución, suspendiendo las ventas del salmón en el retail y algunos restaurantes en Beijing, Shanghai y otras ciudades como Hangzhou, Chengdu y Nanjing. Por otro lado, las ventas mediante las plataformas de e-commerce, sigue ofreciendo el salmón”, aseguró Pérez.P