Importancia del empleo asalariado

Los trabajadores por cuenta propia explican en torno al 20% del total. En los últimos años estuvieron en la primera línea, a raíz de que bajo la administración Bachelet hubo un fuerte crecimiento de este tipo de trabajadores versus los asalariados, que incluso por momentos decreció. En ese entonces, preocupaba a los analistas por lo precario de los trabajos por cuenta propia.

Y de acuerdo a las últimas cifras publicadas por PULSO en base a la encuesta suplementaria de ingresos elaborada por el INE, las preocupaciones eran fundadas. El 34,9% de quienes se califican como cuenta propia posee una ocupación formal, de los cuales el 40,4% son mujeres y 59,6% son hombres.

De éstos, sólo el 30,8% cotiza tanto para la salud como para la previsión futura, mientras que la mayor cantidad (69,2%) opta por no contar con ninguna seguridad. El 22% se emplea en la calle. Es por ello que el crecimiento de los empleos asalariados que está evidenciando ahora el mercado laboral, restando protagonismo a los cuenta propia, sin duda es una buena noticia.

El problema es que este crecimiento del empleo formal no es suficiente. El mercado del trabajo no está siendo capaz de absorber la cantidad de personas que, por diversas razones, ingresa al mercado a buscar empleo. En el trimestre móvil finalizado en junio, los datos del Instituto Nacional de Estadísticas muestran que la fuerza de trabajo creció 2,2%, mientras que los ocupados (totales) lo hicieron 2,1%. Como resultado, la tasa de desempleo subió 0,2 punto porcentual hasta 7,2%. Por ello, la tasa de presión laboral, que considera a las personas desocupadas (+4,1%) y a las ocupadas que buscan empleo (+7,5%), aumentó 0,4 pp. en 12 meses hasta 13,1%.

Lo anterior da muestra de que el mayor crecimiento económico, si bien ha permitido disminuir el peso de la informalidad laboral, no es suficiente, en especial porque no se han visto señales que permitan elevar la contratación. Estas son realizar medidas para alcanzar una expansión de la actividad de manera sostenida, así como también desrigidizar el mercado laboral, para así absorber a la personas que ahora están pasando a la formalidad.