Una mayor reticencia por tomarse vacaciones es uno de los tantos efectos que el coronavirus está generando en las compañías. En pleno período estival, las solicitudes de los trabajadores por tomarse días de descanso han disminuido, precisamente por la incertidumbre que provoca la pandemia.
Según un estudio elaborado por la Mutual de Seguridad y Criteria, a diferencia de años anteriores, el 49% de los trabajadores no está seguro de que saldrá de vacaciones y uno de cada cinco derechamente no lo hará. Influyen en este cambio el temor al contagio del coronavirus, la incertidumbre económica y un alto temor a perder el empleo.
Lo anterior ha modificado la percepción “positiva” que se ha tenido históricamente sobre las vacaciones. Según la muestra -elaborada en diciembre pasado y que consideró un total de 360 trabajadores-, si en 2019 el 85% sentía alegría y optimismo por tomarse días de descanso, esa cifra disminuyó al 77%.
Según el psicólogo Ignacio Puebla, jefe del departamento de Cultura del Trabajo de la Mutual de Seguridad, “en la medida que la pandemia siga su curso, la incertidumbre nos seguirá afectando, ya que aún no tenemos claro cuándo terminará. Por lo mismo, desde el plano laboral, esto genera inseguridad laboral, es decir el temor a perder el empleo, reducción del sueldo o que, por efecto de los ajustes de equipo debido a la pandemia, cambien las tareas que antes se realizaban. Esta falta de certeza se transforma en un factor de riesgo psicosocial que está afectando actualmente a los trabajadores y trabajadoras”.
“Es necesario entender que este es un fenómeno transversal, en que los trabajadores están experimentando una alta inseguridad, lo que desafía a las jefaturas a focalizarse en un buen acompañamiento de sus equipos para evitar que este contexto los lleve a experimentar problemas de salud mental”, agrega Puebla.
Una realidad en las compañías
Empresas consultadas por este medio reconocen esta realidad. Para César Naranjo, gerente de gestión de personas y desarrollo organizacional de BancoEstado, la situación actual derivada de la pandemia ha revelado ciertos cambios de conducta de los trabajadores que van bastante en línea con lo observado.
En comparación al año anterior, más allá de las medidas sanitarias y de autocuidado propiamente tal, en el banco han detectado una disminución de solicitudes de vacaciones a la espera de mejores condiciones que permitan certeza de destinos y aspectos de resguardo para sus trabajadores, lo cual se ha traducido en una baja del 14% para los meses de enero y febrero.
En ese sentido, Naranjo destaca la postura de BancoEstado, el cual ha otorgado todas las facilidades para que los trabajadores puedan acceder a sus vacaciones cuando las condiciones del entorno lo permitan. “Poseemos una política de gestión de personas que se centra en el bienestar del trabajador”, dice.
El gigante minero Albemarle también ha visto un menor ritmo de solicitudes por vacaciones, incluso desde 2020. El año pasado versus 2019 hubo un leve incremento del 2% en los días de descanso laboral, sin embargo al hacer una comparación entre la cantidad de trabajadores que solicitó vacaciones en el mismo período, hubo una disminución del 26,4%.
Desde la compañía explican que si bien no establecieron una política especial respecto de las vacaciones, dado que están bien contenidas en el marco legal laboral vigente, “distintos equipos reunidos en un Comité de Emergencia llevan a cabo medidas y campañas de seguridad implementadas al retorno de vacaciones por parte de los trabajadores, que tienen foco en el autocuidado y controles preventivos relacionados con el Covid-19, con el objetivo de evitar contagios”.
A ello se suma un plan de salud psicosocial que permite monitorear los factores de salud mental de sus empleados, además de un canal confidencial de ayuda y soporte psicológico de expertos de manera remota las 24 horas del día.
“Efectivamente, los hábitos en la toma de vacaciones sí cambiaron, y la estacionalidad en la toma de vacaciones ha sido muy diferente”, sostienen en Farmacias Ahumada.
Si bien desde diciembre del año pasado ha habido un mayor aumento, el nivel es inferior al período anterior. “La curva de estacionalidad en el año con pandemia ha sido muchísimo más plana comparativamente: la cantidad de solicitudes ha disminuido drásticamente versus el año anterior, 39.610 días versus 21.693 días, aunque febrero no ha terminado aún”, dice la empresa.
Es en ese contexto que en la empresa empujaron dos campañas sobre el tema, la llamada “Campaña Vacaciones”, con la cual se incentivó a sus colaboradores a solicitar vacaciones en mayo del año pasado con el propósito de disminuir el estrés laboral y prevenir riesgos de contagio (invitándoles a solicitar 8 días de vacaciones y la compañía asumió el costo de 2 días adicionales, totalizando 10), y “Vacaciones sin contagios”, en enero de este año, campaña enfocada en reforzar acciones preventivas durante el verano.