Pasado el mediodía en el patio de Los Naranjos en La Moneda,y con los ministros de Hacienda, Trabajo, Secretaria General de la Presidencia y Desarrollo Social, ayer el Presidente Sebastián Piñera volvió a reiterar los ejes centrales que tiene la nueva reforma previsional que ingresará al Congreso el próximo lunes 5 de noviembre, probablemente por la Cámara de Diputados.
Tras algunos minutos de intervención, donde prácticamente resumió la cadena nacional del domingo en la noche, el Presidente respondió a las primera críticas a la reforma: "Algunos dicen que el aumento del 4% de la cotización adicional es insuficiente, pero es un tremendo paso hacia adelante. Durante los años que ha estado el sistema (38 años), nadie tocó el 10%".
Este aumento del 4% se hará de manera gradual en 9 años, y su incremento será diferente por año, todo esto con el objetivo de no afectar el empleo y que las empresas se puedan ajustar a este mayor costo.
Así, la cotización obligatoria de los trabajadores tendrá un incremento el primer año de sólo 0,2 puntos porcentuales, llegando en total a 10,2%. Todo con cargo al empleador.
"Esto significa que el 10% que hemos tenido desde que se creó el nuevo sistema de pensiones, aumentará de 10% a 14%, es decir, tendrá un aumento de un 40% adicional. En régimen, a los trabajadores que se incorporen a la fuerza de trabajo, esta reforma significa un aumento en las pensiones de todos los trabajadores, de un 40%", dijo el mandatario.
Ya al segundo y tercer año el incremento será menor al 0,2 pp, acumulando a esa fecha 10,5% para la cotización individual.
Entre el cuarto y octavo año se elevará 0,6 pp cada año, es decir, el próximo gobierno deberá enfrentar las mayores cotizaciones que tendrá que cancelar el empleador . Así, el octavo año llegará a 13,5%. Ya en el noveno año el incremento adicional será de 0,5%, es decir, llegará al 14% que es el compromiso del anuncio presidencial.
Para la administración de este 4%, el mercado se abrirá a nuevos actores.
Según fuentes del proceso, estos nuevos actores podrán ayudar a reducir los costos para los trabajadores y más competencia, pues tendrán la posibilidad de ofrecer "planes grupales", para entregar mayores beneficios. Estos grupos podrán ser sindicatos, trabajadores, organismos colegiados, e incluso un grupo de personas naturales (ver página 17).
La reforma además contempla una cotización adicional para el empleador de 0,2% para el seguro de dependencia y que comenzaría desde el primer año de la ley, por lo que en la práctica el primer año el desembolsó con cargo al empleador sería del 10,2% más este 0,2%, es decir 10,4%.
Este seguro "les va a permitir a las personas que estén en esa condición (100.000 en dependencia severa), recibir un aporte adicional a la pensión que tienen, para hacer frente al mayor gasto que significa el hecho de ser no valente", dijo el mandatario.
Este cargo adicional será mensual y será administrado por una entidad externa, licitada y fiscalizada por la Superintendencia de Pensiones. Este además permitirá un apoyo financiero mínimo de $82 mil al mes (3 UF), si se califica en esta condición física y se cumple el requisito de 4 años de cotizaciones al seguro de las mujeres y 5 años en los hombres.
Quienes no accedan al seguro, tendrán derecho a un Subsidio, que será administrado por el Ministerio de Desarrollo Social, siempre que pertenezcan al 60% más pobre de la población. El beneficio del subsidio es de $80.000 mensual para los pensionados del 40% de menores ingresos; $70.000 para los del 50% más vulnerable de la población y $60.000 para los del 60%.