“La ciudadanía ha sido muy clara y es muy relevante que esto sea acogido y respetado”, señala el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Richard von Appen. En octubre de 2020, prácticamente el 80% de los chilenos voto a favor de una nueva Constitución, ayer un 62% dijo Rechazo a la propuesta planteada.

Para el líder de los industriales y presidente de Ultramar, la vuelta tiene una explicación clara: “(La ciudadanía) dijo en su momento de manera muy nítida que quiere una nueva Constitución, y tras el resultado de esta jornada, ha señalado que ésta tiene que ser diferente a la que se propuso hoy; debe gozar de acuerdos transversales y representar a una amplia mayoría”. Ya en marzo Von Appen había dicho en entrevistas, apalancado en las encuestas que se conocían hasta ese entonces, que ello era el reflejo de desconexión que se visualizaba entre la ciudadanía y la Convención.

¿Qué está detrás de este importante triunfo del Rechazo? Ni en las encuestas se reflejaba esta distancia. ¿De quién es esta derrota?

Ojalá no se instale la lógica de vencedores y vencidos. Nosotros sentimos la responsabilidad de contribuir a redactar un texto que incorpore a una gran mayoría, incluida la voz del empresariado y de los emprendedores. Nosotros queremos ser parte de los cambios, los que creemos se deben hacer en forma responsable y sensata. Es muy elocuente que la ciudadanía haya entregado una señal de moderación, de acuerdo y de diálogo, no de extremos ni refundaciones. Eso es lo que Chile quiere y ojalá todos nos hagamos cargo responsablemente de ello.

El gobierno respaldó el Apruebo y, de hecho, se cuestionó duramente su falta de prescindencia. Ahora, con este resultado, ¿en qué pie queda el Ejecutivo?

El mensaje del Presidente me pareció positivo, al igual que otras declaraciones que se emitieron después de conocidos los resultados. Confío en que se conducirá esta nueva etapa respetando lo que ha decidido la ciudadanía.

¿Cuánto influyó en este resultado el voto obligatorio?

Tengo la impresión que el voto obligatorio no fue un factor determinante en el resultado, aunque me parece destacable el alto nivel de participación de la ciudadanía en esta elección histórica, ya que le asigna una enorme representatividad.

¿El triunfo del Rechazo le da mayor tranquilidad al sector empresarial?

Nosotros no nos manifestamos antes de la elección por una opción y tampoco lo haremos ahora. Como industriales, por supuesto nos preocupa que la nueva Constitución sea acordada en base a un amplio acuerdo social y que permita alcanzar un desarrollo integrador y sostenible. Se nos presenta como país un gran desafío para desarrollar una Constitución moderna, que reconozca derechos sociales, la sostenibilidad de las actividades económicas, pero que también tenga solidez en cuanto a su sistema político, judicial, que promueva el desarrollo de las personas, la seguridad, que no genere diferencias odiosas entre los chilenos, que garantice de manera inequívoca el derecho de propiedad, entre otros aspectos relevantes.

¿Se requiere de todas formas una nueva Constitución?

Es importante escuchar lo que la ciudadanía ha ido decidiendo en las distintas etapas de este proceso y es muy relevante que esto sea acogido y respetado.

¿Habría que repetir de nuevo el proceso tal cual, con plebiscito de entrada, asamblea constituyente con chilenos de a pie, etc.? ¿Cuál es su propuesta?

Eso es algo que no compete a nuestro gremio y que deben acordar las autoridades y líderes políticos del país. Independiente del mecanismo que se defina, esperamos poder aportar y ser escuchados, cosa que no pasó con la Convención.

A comienzos de junio hablaba de que es importante lograr una Constitución que tenga un amplio apoyo y que eso se puede lograr. ¿Cómo?

Lo fundamental en lo que viene es el diálogo y los acuerdos. Nuestras autoridades tienen una enorme responsabilidad. Por nuestra parte, seguiremos trabajando por Chile para lograr más inversión y generación de empleos y, como siempre, nos ponemos a disposición de las autoridades para colaborar en lo que podamos para que el proceso constitucional que sigue de ahora en adelante sea exitoso y logremos desarrollar un texto que nos permita mirar el futuro con esperanza y unión.

Más allá de un triunfo amplio del Rechazo, el país está dividido. ¿Cómo se hace para volver a encontrarse? ¿Qué rol le cabe en esto al empresariado?

Nuestro compromiso es aportar en la búsqueda de acuerdos, en base al diálogo y con respeto. No sentimos que tengamos una posición de privilegio respecto de nadie, pero sí estamos convencidos que somos un actor muy relevante para aportar a un desarrollo integrador y sostenible.

¿Cuáles son los principales puntos en los que ahora hay que avanzar? ¿Lo que requiere más urgencia?

En paralelo al proceso constitucional, Chile tiene enormes desafíos en lo económico, y nosotros como empresarios estamos firmemente comprometidos con nuestro país. Hacemos un llamado a no desatender la enorme necesidad que el país tiene de retomar una agenda de crecimiento, herramienta fundamental para poder financiar una parte importantísima de la agenda social que se impulsa en la actualidad. Nosotros presentamos hace pocas semanas un paquete de 15 propuestas al Gobierno para retomar el camino del crecimiento y estamos completamente disponibles a seguir cooperando en todo lo que esté en nuestras manos para volver a crecer.