Respaldado por su reciente triunfo electoral llegó a Osaka, Japón, Narendra Modi, quien ha sabido hacerse espacio en un encuentro donde todas las miradas se centran en la negociación de la guerra comercial. El mandatario instaló la agenda de India mediante reuniones trilaterales, primero con Estados Unidos y Japón y luego con el otro bloque geopolítico, China y Rusia.
Con los primeros abordó asuntos sobre la zona indo-pacífico, para que trabajen conjuntamente en la mejora de la conectividad y la infraestructura de la región. Se trata del segundo encuentro que sostienen con Shinzo Abe y Donald Trump, aunque esta vez tenía más asuntos pendientes con el presiente estadounidense.
De hecho, con él sostuvo un diálogo bilateral, centrado en temas comerciales. Esto luego que Washington levantará exenciones arancelarias de las que gozaba India, debido a la relación que mantiene el país con Irá, por su relación con Irán, acción a la que ellos respondieran con represalias.
Modri, que esta semana fue elegido como el hombre más poderoso del mundo por la revista inglesa British Herald, más tarde se reunió se reunió con Wladimir Putin y Xi Jinping. En este caso, lo central fue el compromiso de los tres gigantes emergentes de defender el multilateralismo y denunciar el proteccionismo, abordando la reforma de la OMC.