El crecimiento de la actividad de febrero fue 2,7%, el mayor registro desde septiembre, mes previo al estallido social. Era una señal de que la economía estaba repuntando. Sin embargo, la llegada del coronavirus enfrió todos los ánimos y las perspectivas comenzaron a recortarse hacia una contracción anual que va desde -2% hasta -4,5%.
La primera señal de la fuerte desaceleración que mostrará la actividad será el Imacec de marzo, ya que los economistas prevén una baja entre -1,5% y -4%, lo que en promedio arroja una contracción de -3%.
Así lo anticipan los indicadores líderes, entre ellos, las ventas del comercio, que de acuerdo a un informe de Scotiabank, sufrirán una merma 15%, lo que refleja la paralización de la actividad, que hoy opera a un 70% aproximadamente. A este indicador se suma la generación eléctrica, que se desaceleró en marzo en comparación a meses previos (diciembre, enero y febrero), igualando los niveles de octubre y noviembre.
De concretarse esta previsión, el Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre será de +0,2%. Ahora, si se da el escenario más negativo, es decir, si el tercer mes del año cae 4%, el trimestre se contraerá 0,1%.
En la parte menos negativa de las expectativas se sitúa EuroAmerica, que espera una baja de 1,5%. “Para marzo estamos proyectando un Imacec de -1,5%, donde esperamos que los sectores más afectados sean el comercio y transporte, debido a la cuarentena”, afirma Martina Ogaz, economista de esa institución.
Tomás Flores, economista de LyD plantea que el comercio, transporte, turismo, educación y construcción serán los más afectados. “Es probable que el Imacec de marzo sea -3,1%”, comenta.
Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, prevé una caída entre 3% y 3,5%: “Comercio y manufacturas serían los sectores más golpeados por la crisis sanitaria”.
Agustín García, economista de Banchile, ve probable que el crecimiento de marzo registre una caída similar a las observadas en octubre y noviembre por el estallido social, es decir, del orden de 3% y 4%. Para García los sectores más afectados serán principalmente “servicios y comercio, ya que al involucrar actividades que no son consideradas esenciales y que no se pueden hacer de forma remota, se han visto forzados a parar por completo”.
En Scotiabank tienen las proyecciones más pesimistas, con una caída de -4%. Esto afectado principalmente por las ventas del comercio que habrían caído 15% “muy empujadas por ventas de supermercados, pero con caídas importantes en bienes durables”.
Hacia adelante, Flores prevé que en el segundo trimestre el PIB chileno caiga en -7,5%, con una recuperación más marcada en el cuarto trimestre. “Con todo el PIB del año se contraería en torno a 2%”, señala.
Lehmann también prevé que “la recuperación será más bien rápida, con mayor evidencia recién hacia el último trimestre del año”. En ese sentido, dijo que “las medidas fiscales bien focalizadas que se han ido implementando, junto con las acciones monetarias del Banco Central, contribuyen a este escenario, que llevarían a un crecimiento en torno a 4% para 2021”.