La confianza de los consumidores se mantuvo prácticamente sin variación en julio respecto a junio, en un nivel “moderadamente pesimista”, pero con una caída relevante en la visión que tienen las personas sobre la situación actual, arrastrada por un empeoramiento sobre los ingresos.

Así lo muestra el último Índice de Percepción del Consumidor (Ipeco), elaborado por el Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo (UDD), el cual arroja que en julio la confianza de los consumidores tuvo un alza de 9,5 puntos respecto del mismo mes del año anterior, pero un aumento de solo 0,1 punto respecto al mes anterior, llegando a 97 puntos (en índice con base 100 en 2001).

Con esto, estos niveles bajo 100 puntos, como los de junio y julio, no se registraban desde noviembre del año pasado y estarían dando cuenta del impacto de las fuertes alzas de la inflación, además de los efectos del mayor enfriamiento del mercado laboral y una economía que se comienza a desacelerar, en relación a las fuertes alzas tras la pandemia.

Las noticias económicas vigentes durante el mes fueron mixtas para la confianza de los consumidores. El Imacec de mayo aumentó un 6,4% en doce meses. Por otro lado, el Índice de Actividad del Comercio (IAC) disminuyó un 5,4% en junio, con lo que sumó una caída de 5,3% en doce meses. Respecto de la inflación, el IPC aumentó en 0,9% en junio, acumulando un crecimiento de 12,5% en doce meses.

Y, entre los factores que determinan los ingresos de los hogares, la tasa de desempleo se mantuvo en 7,8% en el trimestre terminado en junio, mientras que el índice real de remuneraciones de mayo disminuyó un 0,2% durante el mes, acumulando un retroceso de 1,8% en un año.

El Ipeco se construye en base a un índice de coyuntura, sobre el presente, y otro de expectativas hacia adelante.

De acuerdo al informe, respecto del mes inmediatamente anterior, la percepción del presente cayó 13,1 puntos, hasta 134 puntos, su menor nivel desde noviembre del año pasado.

Dentro de este índice, la percepción de la situación económica actual disminuyó 21,9 puntos durante julio, hasta 76,7 puntos, el más bajo desde agosto de 2021 y pasando de moderadamente pesimista a pesimista. Por otra parte, aun cuando la percepción del desempleo actual aumentó 4,8 puntos, se mantuvo optimista, debido a una disminución de las visiones neutrales y un avance de las visiones optimistas.

Por su parte, el Índice de Expectativas (que es el que refleja la visión del futuro) subió 4,9 puntos respecto a junio, hasta 83,9 puntos. Su indicador sobre la percepción de la situación económica futura subió 7,3 puntos (hasta 80,7), pasando de muy pesimista a pesimista. Mientras, la percepción del desempleo futuro retrocedió 3,7 puntos (a 97), su nivel más bajo desde agosto del ejercicio pasado y manteniéndose como moderadamente pesimista.

Finalmente la percepción de los ingresos futuros aumentó 8 puntos (a 78,3), manteniéndose en nivel pesimista.

Por estrato socioeconómico, solo el grupo de mayores ingresos, ABC1, mostró una caída, con -15,4 puntos. Mientras, los estratos C2, C3 y D registraron alzas de 11,6, 7,3 y 10,5 puntos, respectivamente.