Una noticia que despejó aún más la incertidumbre para la economía fue el rechazo a la idea de legislar el proyecto que permitía un autopréstamo con los fondos previsionales. Este hecho ya tuvo efectos inmediatos en algunas variables como el dólar: la divisa norteamericana bajó $14,1 respecto al cierre de ayer en la Bolsa Electrónica de Chile (Bec) y cerró en $808. Pero seguramente tendrá efectos en los próximos días en el índice de incertidumbre económica que mide diariamente el Banco Central.
Este indicador ya ha venido mostrando una tendencia a la baja desde hace varios meses. De hecho, en febrero se ubicó en 147,42 puntos, su nivel más bajo desde octubre de 2019. Esta tendencia durante la primera quincena de marzo se consolidó y hasta el 16 de ese mes, la incertidumbre anotó un promedio de 123,13 puntos, siendo este el menor registro desde el preestallido social, esto es, septiembre de 2019.
Esta disminución coincide con las mejores perspectivas que el mercado está teniendo para el crecimiento de la economía. Las proyecciones ahora se acercan más a una caída de -0,5% y se alejan las visiones más pesimistas que esperaban incluso una contracción de -2%.
La razón principal que los expertos ven que está detrás de la menor incertidumbre son principalmente factores internos. El mejor panorama, dicen, comenzó con el rechazo a la nueva Constitución en el plebiscito del 4 de septiembre, el nuevo proceso que tiene “bordes” más claros. A ellos se suma el manejo responsable de las cuentas fiscales y la disminución de la inflación.
Alejandro Fernández, economista de Gemines consultores, afirma que “es poco probable que factores externos estén explicando esta evolución, considerando la guerra en Ucrania, la elevada inflación y las consiguientes políticas monetarias restrictivas y sin considerar la crisis financiera actualmente en evolución. Dado lo anterior, lo único razonable es concluir que son factores internos lo que explican esta evolución, por lo menos en lo fundamental”.
El economista detalla que esto se explica por el “rechazo al proyecto de Constitución el 4 de septiembre del año pasado lo que llevó un cambio en el gobierno hacia posturas más moderadas. Y agrega un comportamiento responsable de la política fiscal en 2022″.
Francisca Pérez, economista de Bci, profundiza el análisis de este indicar y su alcance. “La incertidumbre llegó a un punto máximo en marzo de 2022, casi al principio de la guerra entre Rusia y Ucrania y los primeros efectos sobre precios, para luego comenzar a ceder, a medida que se van conociendo encuestas respecto al resultado del plebiscito del 4 de septiembre”. Esta tendencia, según menciona la economista, se acrecentó después “del resultado de ese plebiscito, para terminar con el acuerdo político en diciembre para realizar un nuevo proceso constituyente”.
Una similar explicación entrega la economista de Euroamerica, Martina Ogaz, quien sostiene que “desde el rechazo de la propuesta de nueva Constitución, sumado a mejores cifras de actividad e inflación, han contribuido a reducir la incertidumbre económica a nivel local en los últimos meses”. Esto, para la experta, “ha reducido parte importante de los factores que elevaron la incertidumbre local desde 2019 y han acotado la discusión a temas concretos como la reforma de pensiones y tributaria, y la reforma constitucional que tiene bordes claros”.
Qué mide este índice
De acuerdo al Banco Central este índice de incertidumbre económica utiliza información obtenida desde cuentas de twitter en temas relacionados con la economía, políticas económicas, incertidumbre acerca de eventos particulares, y la contingencia económica en Chile. Según se detalla, la metodología utilizada muestra aumentos significativos que coinciden con varios episodios locales e internacionales que provocaron niveles extraordinarios de incertidumbre económica en Chile, especialmente luego de los eventos en torno a las protestas de mediados de octubre 2019 y la pandemia del COVID-19 a mediados de marzo 2020.
¿Mejora el PIB?
Una de las preguntas que se comienza a instalar es si la incertidumbre seguirá retrocediendo y si esto permite una mejor perspectiva para el crecimiento de la actividad. Ante esa interrogante, los economistas se muestran cautos. Primero dicen que no es evidente que los niveles de incertidumbre sigan bajando, pero sí puede en algo mejorar el ambiente macroeconómico y por ende influir en el PIB proyectado.
“Considerando el nivel actual del indicador, parece poco probable que quede mucho espacio para mejoría, toda vez que la situación económico-institucional interna y la externa son claramente peores a las existentes antes de octubre de 2019″, comenta Fernández, quien agrega que “sin duda algo ayudará al crecimiento. La inversión tendrá un mejor desempeño que el previsto antes del plebiscito de acuerdo a lo que muestran las cifras de cuentas nacionales al cuarto trimestre de 2022″.
Ogaz acota que dependerá de “cómo se vayan resolviendo los principales temas políticos y económicos. Por el lado político, menciona la discusión constitucional, y en lo económico, la reforma tributaria y de pensiones”.