Las condiciones de liquidez más restringida y las preocupaciones sobre el crecimiento mundial han llevado a que un barómetro de apetito por riesgo de Goldman Sachs Group Inc. alcance a su nivel más bajo desde julio.
El Índice de Condiciones Financieras para Estados Unidos, que rastrea los cambios en las tasas de interés, los diferenciales de crédito, los precios de las acciones y el dólar, refleja un entorno de inversión más desafiante, que puede pesar sobre la productividad económica.
Las tensiones comerciales y los riesgos de las tasas de interés han recortado más del 2% del S&P 500 desde el 12 de junio y han empujado los diferenciales de grado de inversión de EEUU a un máximo de 18 meses. Mientras tanto, el dólar se dispone a cerrar su mejor trimestre desde fines de 2016 frente a una canasta de monedas principales, persuadiendo a cada vez más bajistas de los mercados emergentes a salir de la hibernación.
Es un giro radical desde enero, cuando el indicador señaló el entorno de inversión más acomodaticio desde abril de 2000, impulsado por la implacable racha alcista en las acciones, así como los bonos corporativos. En aquel entonces, los funcionarios de la Reserva Federal dijeron que las altas valoraciones de los activos justificaban la trayectoria de ajuste de la política.
Ahora, "a medida que las condiciones financieras continúan endureciéndose, se espera una mayor desaceleración en los datos comerciales que eventualmente llegarán a la pantalla del radar de la Fed", escribió en una nota Ben Emons, economista jefe de Intellectus Partners LLC.
Todas las facetas de las condiciones financieras se han deteriorado desde enero, cuando el S&P 500 cerró por última vez en un nivel récord. La fortaleza del dólar ha sido el mayor contribuyente al empeoramiento de los indicadores de salud en otros lugares en las últimas seis semanas. El creciente proteccionismo, así como los diferenciales de crecimiento que funcionan a favor de EEUU, han contribuido al avance de la moneda.
Sin embargo, debido a que las valoraciones y el apetito por el riesgo aún son fuertes desde una perspectiva de cinco años, una compensación monetaria expansiva puede tardar mucho en llegar, según estrategas de Wall Street.
Los indicadores económicos, incluidas las condiciones financieras, actualmente "no ofrecen nada que sugiera que el FOMC no seguirá adelante con la campaña de política restrictiva", dijo Ian Lyngen, de BMO Capital Markets Corp.