El año en el que la inflación volvió a ser noticia. Así se puede resumir 2021 en una de las variables económicas más relevantes para el bienestar de la población, y que se elevó a niveles no vistos en más de una década, en medio de la explosiva demanda interna -sobrecalentada con retiros de fondos de pensiones e IFE universal-, problemas logísticos en el comercio internacional y frenos en la producción de bienes en el mundo, debido a la pandemia.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre experimentó un alza mensual del 0,8%, cifra que superó una vez más los cálculos de los expertos, quienes en promedio esperaban un incremento del 0,6%. Además, este es el mayor aumento para un mes de diciembre desde 1991.
Con este resultado, además, la inflación acumulada en 2021 trepó al 7,2%, lo que supone su mayor registro desde 2007, cuando llegó al 7,8%.
Hay que recordar que el año pasado estuvo marcado por niveles de liquidez inéditos, en buena medida explicados por las ayudas estatales (IFE, bonos, subsidios) y los retiros de fondos de pensiones, que se calculan en más de US$ 50.000 millones.
De hecho, en su último Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central indicó que la principal causa de la mayor alza de los precios han sido factores de índole local, lo que explica dos tercios de la inflación. “Chile destaca como uno de los países donde la moneda se ha depreciado más, donde se han implementado políticas de apoyo a los ingresos más significativas, donde se aprecia un mayor aumento del consumo privado y donde el incremento de la inflación es de los más altos”, indicaba el documento.
Productos al alza
Tal como señalaba el BC, la depreciación del peso respecto del dólar y de una canasta de monedas presionó además los productos importados, entre ellos uno de los más relevantes en la canasta de productos del IPC, tanto por su contribución individual, como por el impacto que tiene en otros bienes: los combustibles.
Esto hizo que las gasolinas fueran una de las protagonistas del año, con un alza del 33,7% en doce meses, siendo el producto que más incidió en la inflación del año. Esto, en un escenario en el que prácticamente en todo el país el precio promedio de la bencina de 93 octanos ya supera los $ 1.000. Además, impulsó la división con mayor incremento, la de Transporte, que subió un 18,9% durante 2021. Esta solo división explicó casi 2,4 puntos porcentuales de los 7,2 del IPC en el año.
En esa división otro producto que también fue relevante durante el año fue el de los autos nuevos, cuyo valor se incrementó en un 19,5% durante el ejercicio recién pasado, en medio del boom de compras, gracias a la mayor liquidez de los hogares, y en un contexto además de aumento de precios de los automóviles a nivel global, por los problemas de suministros de partes -en especial chips- y las dificultades de transporte marítimo, que encareció su valor final.
Otra división que tuvo un incremento importante durante 2021 fue la de Recreación y Cultura, con un aumento del 14,4%. Ahí el principal producto al alza fue el Paquete Turístico, el que subió un 82,5% en el año, siendo el segundo bien que más impacto tuvo dentro del aumento del IPC.
En tanto, la división Alimentos, la de mayor ponderación dentro de la canasta del IPC, anotó durante 2021 un aumento del 5,5%, lo que implica una desaceleración relevante en relación a lo anotado durante 2020, cuando terminó el año con un 7,6% de incremento, y con momentos durante el tercer trimestre de ese ejercicio superando el 8%.
Esta desaceleración se registró a pesar de que los precios internacionales de los alimentos -según datos de la FAO- escalaron en promedio cerca del 30% durante todo el 2021, lo que da cuenta que, al menos parte de ese mayor valor internacional, logró ser contenido en el país. Aunque sí hubo alimentos que subieron de forma relevante y que están asociados a variaciones externas. Entre esos destacó la carne de vacuno, con un alza del 20,6% en el año y el pan -el producto con mayor ponderación de los 303 de la canasta del IPC-, con un aumento del 8,3%, influido en parte por el mayor precio del trigo en los mercados internacionales.
El Gas Licuado fue otro protagonista del año, tanto por la investigación que lleva adelante la Fiscalía Nacional Económica (FNE) respecto a la comercialización minorista como por el precio, que tuvo un alza del 23,5% durante el año, siendo también uno de los principales motores de la inflación. Este incremento se explica principalmente por el alza de ese commodity en los mercados internacionales.
Por otro lado, la única división que tuvo una disminución en el año fue Vestuario y Calzado, con un retroceso del 1,7%, con caídas en los precios de zapatos de hombre (-9,8%), de mujer (-8,2%), entre otros.
En total, 235 productos de la canasta del IPC, equivalente al 78% del total.
Con esta alza del 7,2% de la inflación, la Unidad de Fomento (UF) subirá entre el 9 de febrero de 2021 y el 9 de febrero de 2022 $ 2.136, llegando a $ 31.284,94.
Tasa de interés
La cifra del cierre de año está muy lejos de la meta del Banco Central del 3%, aunque este objetivo no es sobre el cierre del año (como solía ser hasta fines de la década del 90, cuando se cambió por el formato actual), sino que se entiende como meta que, en todo momento del tiempo e independientemente del nivel actual de inflación, la inflación proyectada a un horizonte de dos años se ubique en un 3%.
Sin embargo, estas estimaciones también están muy desancladas de la meta del Banco Central. Según la última Encuesta de Operadores Financieros, las perspectivas del mercado apuntan a una inflación del 4,1% a dos años plazo, el nivel más alto desde que se hace ese sondeo, en 2009.
“Tenemos hoy día cifras de inflación que están muy alejadas de la meta del Banco Central. El BC comenzó a actuar ya hace seis meses, ha ido intensificando su esfuerzo por ir retirando el impulso monetario de una economía que está muy acelerada y ese es un esfuerzo que continuará en la medida que sea necesario”, dijo ayer el presidente del Banco Central, Mario Marcel.
Por esto, en el mercado ya anticipan nuevos e importantes aumentos de la Tasa de Política Monetaria, la cual ya se ubica en el 4%.
“Bajo este escenario, no vemos muchos espacios para que el Banco Central pueda reducir la velocidad del ajuste monetario, esperando un nuevo incremento de 125pb en la TPM en su próxima reunión de política, de manera de que no se produzca un desanclaje en las expectativas”, señaló Ricardo Consiglio, economista jefe de Zurich.
En la misma línea, Sebastián Díaz, analista macro de Pacífico Research, indica que “en la medida que la inflación persista en niveles elevados como los actuales, las expectativas de inflación se continuarán ajustando al alza, lo que haría aún más difícil la convergencia a la meta del 3% del Banco Central. Esto tiene implicancias de primer orden para la política monetaria y, especialmente, para la política fiscal en un contexto político particularmente complejo. En lo más próximo, el Banco Central tendrá que continuar subiendo la tasa de manera enérgica, con 125pb o incluso más en su próxima reunión”, la que se realizará el 25 y 26 de enero.
Un poco más acotada es la estimación que tiene Carolina Grünwald, economista jefe de Banchile Inversiones, quien señala que “en la próxima RPM esperamos un aumento de TPM de al menos 100 pb. Además, en línea con nuestro escenario base, la TPM podría ubicarse en un 6,25% a diciembre de este año”.
Desde el gobierno tienen una lectura similar respecto a la necesidad de nuevos ajustes monetarios.
“Lo que tiene que ocurrir ahora es que seguramente vamos a ver mayores alzas de tasa de interés en los próximos días, pero eso es necesario para poder controlar esta inflación”, dijo el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, en conversación con CNN Chile.
Aunque advirtió que no es su propósito incidir en la política monetaria que recae en manos del Banco Central, explicó que cuando la inflación aparece “es difícil” volver a registros más bajos.
“Entonces, es posible que sean necesarias medidas adicionales de aumento en tasas de interés a una velocidad que va a ir determinando el Banco Central. Eso lamentablemente impacta a los chilenos y los impacta porque cada vez que usted pide un crédito, cada vez que use su tarjeta de crédito, la tasa de interés va a ser más alta, y eso tiene un impacto” (en la gente), afirmó.