La inflación actual de Estados Unidos se sitúa aún más cerca de su máximo de 1980, según muestra un nuevo análisis de los datos históricos de precios, lo que sugiere que la tarea de la Reserva Federal de llevar los incrementos de precios a su objetivo es más difícil de lo que se pensaba anteriormente.
Un grupo de economistas, incluido el exsecretario del Tesoro Lawrence Summers, recalculó lecturas históricas del índice de precios al consumidor para aplicar los patrones de gasto de hoy en día, especialmente para la vivienda.
Después de los ajustes, las cifras mostraron que la inflación subyacente se ubicó en un 9,1% estimado en junio de 1980, frente al pico informado de 13,6%, según el documento de los economistas Marijn A. Bolhuis, Judd NL Cramer y Summers.
Esto significa que el agresivo ajuste monetario que el entonces presidente de la Fed Paul Volcker implementó a principios de la década de 1980 redujo la tasa de inflación subyacente en 5 puntos porcentuales, no en los 11 puntos de los anales oficiales. Y eso, a su vez, sugiere que el trabajo de la Fed actualmente sería de una escala más cercana de lo que se pensaba anteriormente al de Volcker, que implicó una profunda recesión.
En abril, el IPC subyacente subió un 6,2%. Los banqueros la Fed apuntan a una tasa de inflación del 2%, aunque eso está vinculado a un indicador separado de precios que promedia algo menos que el IPC. Los economistas pronostican en 5,9% la cifra del IPC subyacente de mayo, que publicará el viernes la Oficina de Estadísticas Laborales.
Escala Volcker
“Para volver a la inflación subyacente del 2% hoy, se requerirá casi la misma cantidad de desinflación que se logró bajo el mandato de Volcker”, dijeron los investigadores en el artículo publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica.
Los hallazgos pueden ser preocupantes para el presidente de la Fed, Jerome Powell, y sus colegas, que intentan reducir la inflación sin provocar un aumento del desempleo como lo hizo Volcker.
El endurecimiento monetario de Volcker elevó la tasa de fondos federales en unos 10 puntos porcentuales, hasta un máximo del 20% a principios de los años ochenta. Hoy, el rango objetivo es de 0,75% a 1%.
La investigación muestra resultados similares para la inflación experimentada en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Al asignar menos peso a los componentes de bienes transitorios, especialmente alimentos y prendas de vestir, el pico de inflación del IPC subyacente en junio de 1951 cayó del 7,2% al 5%, y el del IPC general cayó del 9,4% al 3,3%, según el documento.
“Ha habido importantes cambios metodológicos en el índice de precios al consumidor a lo largo del tiempo”, escribió el grupo. “Esto distorsiona las comparaciones de inflación de diferentes períodos”.
El panel de economistas argumentó que la nueva mirada a los datos de las décadas de 1950 y 1980 “sirve como advertencia contra los pronósticos demasiado optimistas de una desinflación económica en el ciclo actual: la desinflación que debe lograrse ahora es grande según los estándares históricos”.