Un alza menor a la esperada por el mercado mostró el IPC de la eurozona en diciembre. Según la Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea, en el último mes del año los precios generales subieron un 9,2%, moderándose tras haber acumulado un alza de 10,1% en noviembre.
El último registro de 2022 se ubicó por debajo de las previsiones de los analistas. De acuerdo a sondeos de Reuters, se esperaba un alza del 9,7%, mientras que los economistas consultados por Bloomberg anticipaban un 9,5%.
El dato de diciembre significó que la inflación anualizada en la eurozona regresó a cifras de un solo dígito, por primera vez desde agosto pasado, lo que alimenta las esperanzas de que el peor aumento en los precios al consumidor ya haya tocado su máximo.
Pese a que el resultado global marcó una sorpresa por la parge baja, los analistas también centraron su mirada en la denominada inflación subyacente. Según report Reuter, los precios que excluyen la energía y los alimentos no procesados subieron un 6,9% en diciembre, por encima de lo esperado por el mercado (6,5% según el sondeo de Reuters), tras un aumento del 6,6% en noviembre.
Por su parte, Bloomberg reporta que el indicador de las presiones de precios subyacentes mostró una leve alza a un récord de 5,2%, recordando que la inflación continúa amenazando la economía europea.
La “persistentemente alta” inflación subyacente mantendría las tasas de interés del bloque en niveles más elevados, luego de las alzas en febrero, marzo y “probablemente incluso en el segundo trimestre”, según Carsten Brzeski, economista de ING, reportó Bloomberg.