Aunque más de un tercio (34%) de las mayores empresas del mundo se han comprometido con el objetivo Net Zero -cero emisiones-, casi todas (93%) no lograrán sus objetivos si no duplican al menos el ritmo de reducción de emisiones para 2030, según un estudio de la consultora Accenture.

El concepto de Net Zero se refiere a un estado en que una empresa no causa ningún impacto neto en el clima, con respecto a sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en su línea de producción.

Basado en un análisis de los compromisos de reducción de emisiones y datos reales de las 2.000 mayores empresas públicas y privadas de todo el mundo, el informe “Accelerating Global Companies towards Net Zero by 2050″ (Acelerando a las empresas mundiales hacia un nivel cero de emisiones en 2050) concluye que la creciente inflación de los precios de la energía y la inseguridad del suministro están haciendo que los compromisos queden fuera de su alcance. Esto, a pesar de que cada vez más empresas de todas las regiones están estableciendo objetivos de descarbonización claros y públicamente visibles, y que el 84% de ellas tiene previsto aumentar las inversiones en sus iniciativas de sostenibilidad antes de finales de 2022.

Sin embargo, a pesar de los compromisos adquiridos, solo el 7% de las empresas está en vías de alcanzar sus objetivos de cero emisiones de alcance 1 y 2 a los ritmos de cambio observados. Si se trasladan los objetivos a 2050, ese porcentaje aumenta ligeramente hasta un 8%. Incluso, en un escenario en el que las empresas aceleran la reducción de emisiones al doble de las tasas actuales en los años hasta 2030 y luego al triple, el 59% seguiría sin conseguirlo en 2050, la fecha límite que se considera necesaria para evitar los impactos más catastróficos e irreversibles del cambio climático.

Inteligencia de carbono

Por otro lado, el estudio concluye que la aceleración hacia Net Zero requerirá capacidades de “inteligencia de carbono” que permitan a las organizaciones controlar, mejorar e impulsar la creación de valor, además de lograr una metodología ASG (factores sociales, ambientales y de gobernanza) más amplia en sus negocios principales y en sus cadenas de valor. Esto incluye la integración de los datos sobre el carbono, la energía y otros aspectos de la sostenibilidad en la información financiera y operativa de la empresa para ayudar a tomar decisiones en el día a día.

“Aquellas empresas que puedan tomar decisiones sobre el carbono, de manera similar a cómo lo hacen sobre asuntos financieros y operativos, estarán en una posición mucho más sólida para demostrar cómo y por qué sus acciones generan valor para los accionistas y las partes interesadas. Las empresas líderes ya lo están haciendo y Chile puede formar parte de este importante cambio”, comenta Mauricio Bermúdez, líder de inteligencia y estrategia de carbono en Accenture a nivel global.

Esto significa -según el informe- integrar datos y conocimientos sobre el carbono para la toma de decisiones en todos sus sistemas y procesos, lo que permite un uso eficiente de los recursos financieros y no financieros, junto con una sólida gestión del riesgo en el despliegue de las tecnologías digitales, biológicas e industriales que serán necesarias para alcanzar el Net Zero.

De hecho, la próxima conferencia mundial sobre cambio climático que comienza este domingo 6 de noviembre en Egipto (COP27), se ha posicionado como una COP de “implementación”. “Ese cambio de énfasis es urgente: según el IPCC tenemos unos 500 días laborales para que las emisiones globales lleguen a su máximo histórico. Y ya estamos viendo en todo el mundo los impactos de meteorología extrema que trae consigo una atmósfera más caliente y dinámica”, apunta Bermúdez.