La inflación en Argentina siguió registrando fuertes incrementos en un escenario en que se prevé anotará alzas mayores en el corto plazo, elevando la presión para que el banco central acelere sus devaluaciones diarias del peso.
De acuerdo a los datos dados a conocer este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) los precios los precios al consumidor subieron 5,3% en junio acumulando un aumento de 64% en doce meses, frente al 61% de mayo, con lo que registró su mayor nivel en 30 años.
La cifra se ubicó en línea con las expectativas del mercado. Con el resultado de junio, en el primer semeste se acumuló un aumento de 36,2%.
La división con mayor incremento en el mes fue Salud (7,4%), sobre la que incidió el alza de la cuota de la medicina prepagada y de los productos medicinales. Le siguieron Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (6,8%), por el aumento de las tarifas de electricidad y gas; y Bebidas alcohólicas y tabaco (6,7%) ya que junto al alza de las bebidas, se unió el arrastre que dejó el aumento en los precios de losa de cigarrillos de mayo, explicó el Indec.
En tanto Alimentos y bebidas no alcohólicas (4,6%) fue la que tuvo mayor incidencia en todas las regiones. Dentro de la división se destacó el aumento de Verduras, tubérculos y legumbres, aunque el alza de Carnes y derivados fue lo que más incidió en la mayoría de las regiones, gregó.
Las dos divisiones de menor incremento del mes fueron Comunicación (0,4%) y Educación (2,0%).
Mayores aumentos
Sin embargo, los datos de inflación de junio ya se ven eclipsados por las alzas de precios de julio y más allá.
Los argentinos enfrentan la perspectiva de una inflación de 90% para fin de año luego de que la salida del ministro de Economía provocara aumentos de precios al día, mientras que el banco central se ve presionado para permitir que el peso se deprecie más rápidamente.
Esa sería la tasa más alta del mundo fuera de Venezuela y Sudán, según pronósticos del Fondo Monetario Internacional.
La dramática salida este mes del exministro de Economía Martín Guzmán llevó a que muchas empresas aumentaran los precios. Algunos argentinos corrieron a las tiendas la mañana después de la renuncia de Guzmán para tratar de abastecerse antes de una devaluación del peso y alzas de precios.
Consultoras de Buenos Aires, como EconViews, FMyA, Alberdi Partners y EcoGo, pronostican una inflación de 90% para fines de 2022. Una de ellas, FIEL, espera que los precios al consumidor suban un 92%, mientras que otros analistas, como EcoLatina y Empiria Consultores, prevén que la inflación terminará el año en un 85%.
Antes de la salida de Guzmán, los economistas encuestados por el banco central pronosticaban una inflación de 76% para fin de año. La impresión de dinero para financiar el gasto público y el aumento de los precios internacionales de los productos básicos también han contribuido al desenfrenado aumento de los precios.
De cara al futuro, los analistas ven el gobierno del presidente Alberto Fernández sin herramientas ni una estrategia creíble para enfriar la inflación. Algunos esperan que el banco central acelere sus devaluaciones diarias del peso, lo que le permitiría gastar menos dinero en defender la paridad móvil, aunque eso ejercería aún más presión sobre los precios.
Los sindicatos de Argentina podrían renegociar aumentos a los salarios de los trabajadores para compensar también las alzas de precios.