Los precios al consumidor de Brasil subieron más de lo esperado debido a los costos de alimentos y transporte después de que el banco central señalara que probablemente volverá a subir la tasa de interés el próximo mes.
Los precios aumentaron 12,13% en abril respecto al año anterior, sobre la mediana de estimaciones de un 12,06% en una encuesta de Bloomberg. La inflación mensual llegó a 1,06%, informó este miércoles la agencia nacional de estadísticas.
El banco central se acerca al fin de uno de los ciclos de ajuste monetario más agresivos del mundo desde la pandemia, con aumentos que han sumado 10,75 puntos porcentuales a la tasa Selic en poco más de un año.
Sin embargo, la inflación sigue estancada en dos dígitos, irritando a los brasileños y presentando un gran desafío para los esfuerzos del presidente Jair Bolsonaro de obtener un segundo mandato.
Alza de tasas
La semana pasada, los responsables de política encabezados por Roberto Campos Neto subieron la tasa clave al 12,75% y señalaron que era probable que se produjera un aumento adicional, aunque más pequeño, antes de poner fin al ciclo de alzas.
En las minutas de la decisión de tasas, los banqueros centrales escribieron que los efectos de los mayores costos de endeudamiento sobre la inflación todavía están por verse.
Los precios de los productos básicos siguen subiendo por la invasión rusa de Ucrania, lo que repercute en toda la economía brasileña.
La petrolera estatal Petróleo Brasileiro S.A. elevó los precios del diésel en un 8,9% esta semana.
El aumento del costo de vida se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los votantes antes de las elecciones generales de octubre, y las encuestas muestran ampliamente que Bolsonaro carga con la culpa.
Si bien Campos Neto dijo anteriormente que la inflación debería alcanzar su punto máximo en abril, los principales bancos de Wall Street ahora ven una inflación de más del 9% para fines de año, muy por encima del objetivo de 2022 del 3,5%.