Los precios al consumo en Estados Unidos subieron en abril por el aumento del costo de la gasolina y los alquileres, mientras que la inflación subyacente se mantuvo fuerte por el repunte de los precios de los autos de motor usados, lo que podría garantizar que la Reserva Federal mantenga las tasas de interés elevadas durante un tiempo.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) subió un 0,4% el mes pasado, tras avanzar un 0,1% en marzo, según informó el miércoles el Departamento de Trabajo. En los 12 meses transcurridos hasta abril, el IPC aumentó un 4,9% tras avanzar un 5% interanual en marzo.
El IPC anual alcanzó un máximo del 9,1% en junio, lo que supuso el mayor aumento desde noviembre de 1981, y se está desacelerando a medida que el aumento inicial del año pasado de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania desaparece del cálculo.
Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el IPC subiera un 0,4% el mes pasado y aumentara un 5% interanual.
Los precios de la gasolina subieron el mes pasado, después de que Arabia Saudita y otros productores petroleros de la OPEP+ anunciaran nuevos recortes al bombeo. No obstante, desde entonces los precios del crudo han tendido a la baja, presionando los costos de la gasolina según aumentaban los riesgos de recesión, debido a las punitivas alzas de tasas de la Fed, el endurecimiento de las condiciones crediticias y el punto muerto en el que se encuentran las negociaciones sobre el techo de deuda del gobierno federal.
Los datos de inflación se publicaron tras el informe de empleo del pasado viernes, que mostró una aceleración del crecimiento del empleo y los salarios en abril, así como una caída de la tasa de desempleo hasta el 3,4%, el nivel más bajo en 53 años.
Se trata de uno de los dos informes sobre inflación que los responsables del banco central estadounidense tendrán en sus manos en su reunión de política monetaria de los días 13 y 14 de junio.
El aumento de la inflación y la resistencia del mercado laboral hacen improbable que la Fed empiece a recortar las tasas este año, como esperan actualmente los mercados financieros.
La semana pasada, el banco central subió su tasa de referencia a un día otros 25 puntos básicos, hasta situarlo entre el 5% y el 5,25%, y señaló que podría poner en pausa su campaña de endurecimiento de la política monetaria, la más rápida desde los años 80, aunque mantuvo un sesgo alcista.
La Fed ha subido 500 puntos básicos su tasa oficial desde marzo de 2022.
Excluyendo los volátiles componentes de los alimentos y la energía, el IPC aumentó un 0,4% el mes pasado, igualando la subida de marzo. El llamado IPC subyacente se vio impulsado por los automóviles y camiones usados, que aumentaron por primera vez desde el pasado junio.Aunque los alquileres siguieron presionando al alza el IPC subyacente, la inflación de los alquileres está a punto de remitir.En los 12 meses transcurridos hasta abril, el IPC subyacente avanzó un 5,5% tras ganar un 5,6% en marzo.