La inflación en Francia cayó inesperadamente por debajo del 7% en diciembre, frente al máximo histórico registrado un mes antes, mostraron datos este miércoles, la última señal de que la desaceleración de las alzas de los precios de la energía está ayudando a Europa a superar lo peor de la crisis inflacionaria.
Los datos franceses se suman a la reciente evidencia de la disminución de las presiones sobre los precios en la zona euro, después de que la inflación alemana cayó por segundo mes consecutivo en diciembre, y tras las cifras más bajas de la inflación española publicadas la semana pasada.
Los rendimientos de los bonos franceses bajaban y las bolsas europeas subían tras los nuevos datos, ante la perspectiva de que la crisis inflacionaria europea pueda estar remitiendo.
La tasa de inflación francesa cayó al 6,7% en diciembre, según los datos preliminares armonizados con la UE del Instituto Nacional de Estadística (INSEE). En noviembre se situó en el 7,1%, por debajo de la previsión media del 7,2% según un sondeo de Reuters sobre las expectativas de los economistas.
Energía
El aumento de los precios de la energía fue el más bajo desde septiembre de 2021, con un incremento de 15,1% frente al 18,4% de noviembre, ya que los precios del gas al por mayor cayeron en toda Europa en las últimas semanas en medio de altas temperaturas récord.
El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, declaró a la radio France Inter que la inflación registraría una tendencia a la baja a lo largo de 2023. Le Maire había afirmado anteriormente que la inflación se mantendría alta hasta mediados de año, antes de retroceder.
A corto plazo, es probable que los precios de la energía se sumen a las presiones inflacionarias en enero, ya que los precios regulados del gas y la electricidad subieron un 15% a principios de año.
El INSEE indicó en un informe separado que su índice de confianza de los consumidores cayó ligeramente el mes pasado a 82 desde 83 en noviembre, muy por debajo de la media de 100 a largo plazo.