La guerra entre Rusia y Ucrania ha provocado una escalada alcista en el precio de los combustibles. Si bien el foco principal de atención ha estado puesto en el petróleo y su impacto en las bencinas, otros productos de gran uso doméstico en Chile, como el gas licuado y la parafina, están siendo afectados por este conflicto bélico.
En el caso del gas licuado, a diferencia de las gasolinas y el diésel que cuentan con el Mecanismo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Mepco) para atenuar los fuertes movimientos en sus valores a público, no está bajo ese régimen de normalización, por lo que queda más expuesto a los vaivenes de los precios internacionales y los aumentos se traspasan de forma más directa al consumidor final.
Así, de acuerdo a un informe de Clapes UC, desde que partió la guerra en Ucrania la cotización de referencia del gas natural licuado (Mont Belvieu Propane) acumula un incremento en torno a 36%, por lo que es probable que esa alza termine afectando los precios locales. Hoy el valor del gas licuado catalítico de 15 kilos tiene un valor promedio de $25.660 y el corriente de $25.181 en la Región Metropolitana, mientras que el de 45 kilos cuesta $78.830 el catalítico y $74.630 el corriente.
Luis Gonzales, coordinador Económico de Cambio Climático, Energía y Medio Ambiente en Clapes UC, proyecta que dado el escenario internacional, el traspaso del alza a precios locales fluctuaría entre 21,4% y 22,3%, el cual se materializará al menos hasta junio de este año.
Asimismo, explica que “una diferencia importante que hace que el valor se traspase de manera directa es que el Mecanismo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Mepco), que opera sobre gasolinas y diésel, tiene como base cambios en el impuesto específico que tienen estos carburantes, lo que no sucede para el gas natural licuado”. “En el caso del gas natural y GLP para consumo residencial principalmente, e industrial, no existe este impuesto específico y por lo tanto el mecanismo no cuenta con una fuente de entrada de recursos propios si pensamos en términos fiscales”, puntualiza.
Según este informe, lo anterior significa que el país está expuesto directamente a los precios internacionales de gas natural y los tiempos en los cuales fueron adquiridos estos contratos, los costos de transporte, el tipo de cambio, los márgenes de refinación y otros costos.
Qué se puede hacer
En el documento se desprende que el consumo de gas natural licuado es particularmente sensible para el presupuesto de los sectores más vulnerables de la población. “El gasto energético de la vivienda, que incluye gasto en electricidad, pago de gas por red, pago de gas envasado y otros como parafina, representa un 8,5% del total del ingreso del hogar más vulnerable. Si a eso le sumamos el costo de transporte en vehículo y transporte público, los hogares más vulnerables destinan un 17% de su ingreso en estos gastos, mientras que hogares con mayores ingresos el 6%”, sostiene Gonzales, quien agrega que “esto nos lleva a pensar que la ayuda debe ser focalizada a los más necesitados. Sin embargo, el gran desafío es el de encontrar la forma de focalización”.
En el mediano plazo, dice Gonzales, “se debe trabajar en la eficiencia energética que incluye mejoras en la aislación de las viviendas y avanzar en la electrificación que gradualmente está siendo menos dependiente de combustibles fósiles, gracias a la entrada de la generación solar y eólica que ya constituye un 20% de la generación total”.
El caso de la parafina
El kerosene doméstico o parafina es el otro combustible que está siendo afectado por los valores internaciones. Al respecto, el economista de Clapes UC detalla que “uno de los determinantes en su precio es el petróleo WTI, el cual ha subido 30% entre enero y marzo de este año, mientras que el precio de paridad registrado el pasado 17 de marzo con respecto al primer dato de enero para la parafina en Chile, muestra un incremento de 49%”. Es decir, según aclara Gonzales, la parafina ya ha subido un 50%. De hecho, su cotización ya supera los $1.000 promedio en el país y se espera que siga subiendo otro 15% en el segundo trimestre.
Gonzales explica que este es el único combustible considerado en el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo (FEPP), que se encuentra en operación. “A principios del 2022 partió con US$ 4,9 millones y a la fecha el fondo ha entregado subsidios por US$ 92.662, operando en 3 de las 11 semanas del año. Esto quiere decir que en las semanas en que operó el FEPP, el precio de paridad del kerosene excedió la banda superior establecida en la ley y por tanto se generó este subsidio”, subraya.
Pero como de todos modos el aumento de sus precios a público ha sido muy importante, una de las alternativas que plantea el experto es que “se pueda considerar mejorar y ampliar el ámbito de acción del FEPP, ya sea modificando el ajuste por consumo, capitalizándolo con más recursos, o modificando las reglas de asignación. Para ello se debe pasar por el Congreso para modificar su ley N° 19.030″.
Por su parte, recientemente el senador DC Iván Flores envió un oficio al gobierno solicitando que se incorpore la parafina al Mepco.