Hay coincidencia en que la economía está en un proceso de desaceleración y que el próximo año la actividad se contraerá. No obstante, donde existe discrepancias es en qué tan profunda será esa caída. Las perspectivas van entre un -0,5% proyectado por Hacienda, el rango que entregó el Banco Central entre -0,75% y -1,75% y las expectativas del mercado que apuntan a una baja de 1,5%.
Un insumo para determinar cómo ha ido evolucionado la economía lo entrega el “Barómetro de la Economía Chilena”, que mes a mes elabora el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello.
Este informe muestra que, si bien la economía se encuentra empeorando en general, da señales de estar disminuyendo su ritmo de deterioro. Esto debido a que las variables que se encuentran en estados desfavorables, ya sea “mal y/o empeorando”, comienzan a tomar posiciones menos negativas y cercanas a los cuadrantes positivos “bien y/o mejorando”.
En el detalle se muestra que 6 indicadores de los 20 que componen el Barómetro, cambiaron de cuadrante. De ellos, 3 variables pasaron de estar empeorando a mejorando, 2 indicadores pasaron de estar mejorando a empeorando y una variable cambió de estado, pasando de estar “Mal” a “Bien”.
Las variables que pasaron a mejorar son el precio del cobre, el Índice Mensual de Confianza Empresarial y el Flujo de Capitales, mientras que las que pasan a empeorar son el IPSA y el Índice de Confianza del Consumidor. La única variable que cambia de estado en su comparación con todos los periodos previos disponibles es la Incertidumbre Económica.
En el desglose de las variables que mejoran está el cobre. Su valor al 13 de diciembre alcanzó los US$3,86 por libra, cambiando de cuadrante respecto a su movimiento comparado con los 3 meses previos, pasando de estar empeorando a mejorando, y manteniéndose en terreno positivo. Lo segundo es que el IMCE pasó de una tendencia negativa a positiva debido a un aumento de 38,96 a 41,05 entre octubre y noviembre, aunque aún en el cuadrante de estado negativo.
Mientras, el flujo de capitales muestra un cambio de cuadrante en el mismo sentido, debido a una disminución en el flujo deficitario de la cuenta financiera sobre PIB, pasando de -3.092 a -1.086 millones de dólares.
Respecto a la incertidumbre económica -que si bien no se cuentan con todos los datos para el último mes de actualización y se consideró el promedio de los días disponibles- sigue en una tendencia decreciente, es decir, disminuyó la incertidumbre en la economía pasando de estar en un estado negativo a uno positivo, y se mantiene mejorando como se vio en el informe anterior.
Como contrapartida, entre los que empeoran está el IPSA, el cual muestra un aumento en su valor llegando a los 5.257 al 12 de diciembre de 2022. Si bien este valor es mayor a los anteriores, al analizar su variación a 12 meses, esta variación es menor a la tasa encontrada en los 3 meses anteriores. Por tanto, sigue en un estado positivo pero pasa a empeorar, cambiando de cuadrante a “bien, pero empeorando”.
Asimismo, el Índice de Confianza de los Consumidores tuvo una disminución de 67,26 a 66,1 entre octubre y noviembre, lo que genera un cambio de cuadrante de la variable manteniendo su estado negativo, pero que ya no se encuentra mejorando. De esta manera, pasa al cuadrante “mal y empeorando”.
Otras variables macros
El análisis también incluye el comportamiento que ha tenido el crecimiento económico medido en el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec), la inflación y el mercado laboral. En el primero de ellos, se menciona que se encuentra en un estado levemente peor que en el informe anterior, debido a una segunda cifra negativa consecutiva en su variación a 12 meses, llegando a -1,2%. Esta variable sigue ubicada en el cuadrante “mal y empeorando”.
Asimismo, la inflación de noviembre, anotó un valor de 13,3%, siendo 0,5 puntos porcentuales mayor a la reportada en octubre, rompiendo con la baja que se encontró en la comparación septiembre-octubre. “Esta variable sigue en un mal estado, pero se encuentra mejorando, debido a que esta variación mensual en la inflación es menor a los encontrado en los tres meses previos”, destaca el informe.
Respecto a la participación laboral, hubo un aumento de 20.525 personas en la fuerza laboral, mientras que el aumento en la población en edad de trabajar fue de 24.774. Con esto, la participación laboral pasó de 59,75% en el trimestre móvil de julio-agosto-septiembre a 59,78% en el trimestre móvil de agosto-septiembre-octubre. Así, este indicador sigue en el cuadrante “mal, pero mejorando”, debido a su variación con respecto a los meses previos y muestra que aún no existe una recuperación plena de la participación laboral al comparar con las cifras prepandemia.
El subdirector del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, Gonzalo Valdés, señaló que “la economía se encuentra definitivamente en un ciclo contractivo, pero los datos indican que ésta ha dejado de descender. Aún no sabemos si esto se debe a que todavía tenemos ahorros o porque cruzamos lo más duro de la crisis”.