El reporte “Transformación circular de las Industrias: liberar el valor económico”, publicado en enero de 2025, por el Foro Económico Mundial y en colaboración con Bain & Company y la Universidad de Cambridge, revela que la circularidad no solo es una respuesta a la crisis medioambiental, sino también una oportunidad para maximizar el valor económico en múltiples dimensiones.
Un modelo de negocio emergente
El informe revela que la economía circular propone un cambio radical en la manera en que las industrias producen, consumen y gestionan los recursos. A diferencia del modelo lineal tradicional —que se basa en extraer, fabricar, usar y desechar—, la circularidad se enfoca en prolongar la vida útil de los productos, reducir los residuos y reciclar los materiales, lo que permite un aprovechamiento más eficiente de los recursos.
Este cambio en los modelos de negocio está empezando a desarrollarse en las grandes compañías, y adoptando prácticas circulares reconocen su potencial para generar valor en cuatro áreas fundamentales: sostenibilidad, resiliencia, ingresos y reducción de costos.
Adopción de soluciones circulares
El informe revela que solo un 3% de las empresas adoptan la economía circular exclusivamente por razones medioambientales. Sin embargo, un 97% lo hace por un conjunto más amplio de razones que incluyen también la rentabilidad y la resiliencia ante las disrupciones del mercado. De hecho, el 73% de las empresas encuestadas esperan que las soluciones circulares generen aumentos en sus ingresos, mientras que un 65% confía en que mejorarán su resiliencia, reduciendo su dependencia de recursos escasos y fortaleciendo sus cadenas de suministro.
Además, la adopción de estas prácticas se vincula con una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que las empresas pretenden disminuir su impacto ambiental. No obstante, un 22% de las empresas espera un aumento de las emisiones de carbono debido a los retos inherentes a la transición hacia modelos circulares.
Tres arquetipos para la creación de valor circular
El informe identifica también tres estrategias clave, o “arquetipos”, que las empresas están utilizando para implementar la economía circular:
El primero tiene relación con la materia prima circular, que consiste en sustituir materiales vírgenes por reciclados o renovables, como plásticos reciclados o aluminio, especialmente en productos de vida útil corta, como los empaques. Muchas industrias han adoptado soluciones circulares de materias primas y los materiales reciclados se pueden encontrar en una amplia gama de productos, desde botellas hasta grandes máquinas.
El informe revela que más del 50% de las empresas encuestadas emplean materias primas circulares, y se plantea que las soluciones circulares de materias primas son particularmente urgentes en industrias y regiones donde los clientes y los reguladores, o ambos, esperan cambios.
Un segundo arquetipo tiene que ver con la extensión de la vida útil del producto, que implica diseñar productos para ser más duraderos, reparables y reacondicionables, lo que reduce la demanda de nuevos productos y, por ende, la producción de bienes manufacturados.
Según el reporte, las empresas pueden prolongar la vida útil de sus productos de muchas maneras. Por un lado, pueden diseñar para la circularidad, ofrecer servicios de reparación, reacondicionamiento o mejora, y/o promover mercados de bienes usados. De todas las soluciones para extender la vida útil, las empresas afirman que las soluciones de reparación generan el mayor impacto positivo en las emisiones, los ingresos y los costos de gases de efecto invernadero (GEI), posiblemente porque los servicios de reparación extienden la vida útil de un producto con solo un mínimo de materiales o piezas nuevas.
Diseñar para la circularidad incluye el diseño de productos que permitan, por ejemplo, la reparación, el reacondicionamiento o el reciclaje. En la encuesta, este enfoque tuvo la tasa de adopción más alta (en promedio en todas las industrias), ya que proporciona sinergias y se considera un facilitador para otras soluciones.
El tercer arquetipo se define como la capacidad compartida, refiriéndose a modelos de negocio colaborativos, donde los productos se comparten entre varios usuarios, optimizando su uso y minimizando el desperdicio.
Las ventas de nuevos productos y los contratos de servicio a largo plazo siguen generando la mayor parte de los beneficios de los fabricantes en la actualidad. Si bien es poco probable que esos modelos de negocio desaparezcan, están surgiendo nuevos modelos de negocio circulares, desbloqueando nuevos mercados lucrativos. Las soluciones de capacidad compartida, tanto el producto como servicio, y el pago por uso, reinventan el modelo de negocio al aumentar la frecuencia de uso y, a menudo, mantener la propiedad de los productos. Estos modelos restan importancia a la venta de bienes físicos y se centran en el resultado que los clientes desean.
Ahora bien, mientras que algunas compañías más bien rupturistas ya han demostrado la viabilidad de compartir modelos, las empresas establecidas pueden tener dificultades para adoptar estos nuevos modelos de negocio, ya que enfrentan desafíos estructurales. Ellas, constantemente tienen que defender grupos de beneficios de larga data, activos intensivos en capital para los que deben maximizar los rendimientos y un legado de comercialización: el valor de la propiedad. Sin embargo, hay ejemplos en los que los actores tradicionales han logrado superar con éxito la transición de su estructura de capital para establecer modelos de intercambio.
Principales hallazgos
El estudio concluye que las empresas que aplican una combinación de estos tres arquetipos, y que cuentan con estrategias circulares maduras, generan un valor económico significativamente mayor que aquellas que se enfocan en uno o dos arquetipos.
Según el reporte, la adopción de la circularidad está impulsada por una serie de factores globales, incluidos la escasez de recursos, los retos laborales, la creciente demanda de sostenibilidad y la evolución de las expectativas regulatorias y tecnológicas. Es por eso, que la transformación hacia modelos circulares ofrece un camino para enfrentar la crisis planetaria provocada por el consumo excesivo de recursos naturales, permitiendo a las empresas reducir la extracción de materiales, disminuir los residuos y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Estamos al borde de una revolución en los modelos de negocio. La circularidad no es solo una tendencia, sino una respuesta a la triple crisis planetaria. Adoptarla [la circularidad] ofrece una vía para que las empresas sigan siendo competitivas y productivas a largo plazo”, señaló el Foro Económico Mundial.
A pesar de las ventajas económicas, el informe también revela que la transición hacia modelos circulares conlleva desafíos significativos. Las empresas deberán cambiar sus enfoques tradicionales de producción y consumo, lo que implica un cambio de mentalidad a nivel ejecutivo y cultural dentro de las organizaciones. Adaptar productos para que sean más duraderos y menos desechables requiere inversiones en innovación y nuevos procesos de diseño.
Además, las empresas deben asignar recursos suficientes y establecer asociaciones estratégicas que les permitan navegar en este nuevo modelo de negocio. Para que la circularidad sea posible, se requiere colaboración y un enfoque integral que involucre a todas las partes de la cadena de valor.
A pesar de los desafíos, el informe deja en evidencia razones de optimismo. Cada vez son más las empresas que están demostrando que los obstáculos de la transformación circular pueden superarse y que, si se implementa correctamente, esta transición podrá generar un valor económico sustancial.
Reporte Transformación circular de las Industrias: liberar el valor económico del Foro Económico Mundial.