Más optimista que el promedio del mercado para el crecimiento económico de 2024 y con una trayectoria prevista para de la deuda pública que no llega al 42% del PIB. Esos fueron dos de los principales mensajes que entregaron el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos (Dipres) en el Informe de Finanzas Públicas del cuarto trimestre de 2023 publicado el viernes último.


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Para este año, la autoridad fiscal persistió en su estimación de que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá 2,5%, ubicándose por sobre todas las otras previsiones. Por ejemplo, el Banco Central tiene un rango de entre 1,25% y 2,25%, mientras que el promedio de los analistas se sitúa en 1,7%. “La inflación alcanzará su meta en la primera parte del 2024 y la actividad económica retomará su crecimiento, apoyada por una política monetaria menos contractiva”, destacó en dicho informe la Dipres.

Informe fiscal de Hacienda: expertos ponen foco en proyección del PIB 2024 y en estabilización de la deuda pública. En la foto: el ministro de Hacienda, Mario Marcel.

Esta proyección es puesta en duda por parte de los economistas, quienes la consideran demasiado optimista. Uno de ellos es Felipe Alarcón, economista asesor de Euroamerica, quien sostiene que “nuestra proyección de crecimiento PIB 2024 es de 1,8%, con un balance de riesgo a la baja, el que se vio confirmado con el último Imacec”. Si bien para Alarcón “es normal que Hacienda tenga una posición más optimista, en esta ocasión ha ido algo más allá de lo habitual”.

Pese a que Alarcón coincide en que la política monetaria menos restrictiva ayudará a apuntalar el crecimiento, plantea que “no hace milagros”; lo que hace es que “suaviza el ciclo y estimula la demanda, pero en ningún caso reemplaza ciertos elementos que están detrás de la menor inversión proyectada, como lo es la debilidad institucional actual, la incertidumbre por las reformas o la alta burocracia estatal”.

Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, complementa el análisis afirmando que “si bien no es descartable que la economía crezca 2,5%, exige un fuerte repunte de la confianza, un mayor acuerdo para las reformas. Ello conduciría a un mayor dinamismo de la demanda interna. Acorde a nuestro modelamiento, esto tiene una probabilidad de ocurrencia en torno a 20%, muy por debajo de lo que sugiere el escenario base de 1,8%”. Por esa razón, subraya que “la cifra que prevé Hacienda es, en esa perspectiva, optimista”.

El experto comparte el hecho que la política monetaria menos restrictiva permitirá un repunte ligeramente mayor del consumo, “pero estamos partiendo de un piso más bajo, tal como reveló la cifra de Imacec de diciembre, junto al hecho de que la confianza se mantiene aún deprimida”.

Lo fiscal

Respecto del escenario fiscal, el gobierno prevé un déficit efectivo de 1,9% del PIB para 2024, cifra que está en línea con el nuevo Decreto de Política Fiscal, y lo mismo que estimó para el déficit fiscal estructural. En este contexto, el informe señala que la deuda bruta consistente con la meta de balance estructural alcanzará los US$139.591 millones al cierre de este año, equivalente a un 41,2% del PIB, mientras que la posición financiera neta se proyecta en un -37,4% del PIB a igual período.

Informe fiscal de Hacienda: expertos ponen foco en proyección del PIB 2024 y en estabilización de la deuda pública

Asimismo, la estimación de mediano plazo para la deuda es de 41,2% del PIB al 2028, alcanzando un peak de 41,5% en 2025, para luego bajar y estabilizarse en el nivel mencionado.

Macarena García, economista de Libertad y Desarrollo (LyD), explica que “se mantiene una trayectoria similar a la presentada en los informes previos. Aunque podría ser una buena noticia que se mantenga en esos niveles, preocupa sobremanera lo cerca que se ubicará del nivel prudente. Deja poco espacio para que gobiernos futuros puedan endeudarse en caso de ser necesario bajo una crisis”.

La economista añade que también se debe “monitorear la trayectoria de los activos financieros, los que se proyecta que continuarán disminuyendo como porcentaje del PIB, lo que es preocupante, porque se va reduciendo nuestra capacidad de respuesta frente a crisis económicas importantes”. Así, García enfatiza que “la proyección muestra que el espacio para hacer política fiscal expansiva en caso de crisis estará muy limitado en todo el horizonte de proyección”.

Cristina Torres, exdirectora de Presupuestos del segundo gobierno de Sebastián Piñera y actual académica de la Universidad San Sebastián, argumenta que “la trayectoria de la deuda viene siendo una preocupación en el último tiempo que tiene su origen en el incremento del gasto público”. Por ello, resalta que “retirado el impulso fiscal pospandemia, se debe contener el gasto regular y para ello, las decisiones que tome el Ejecutivo son cruciales”.

Para que se cumpla la meta fiscal del gobierno de una deuda en 41,2% del PIB y un déficit fiscal estructural en -0,5%, el gasto público debe tener un crecimiento acotado, si es que no hay mayores ingresos. Ese escenario es complejo de cuadrar, según las economistas. “El compromiso deja ver que el gasto en los próximos años no crecería, en promedio, más de un 1%, mientras que la realidad de la última década, bordea el 5%”, apunta Torres.

García acota que “es poco realista. Para el horizonte de proyección se tendría que dar un crecimiento promedio anual del gasto público de 1,2% del PIB, lo que es muy restrictivo comparado con el crecimiento de más de 5% histórico. Esta trayectoria no le dejaría espacio para que nuevos gobiernos puedan aplicar su programa de gobierno y responder a requerimientos urgentes”, manifiesta.

Sin embargo, otra mirada entrega el exdirector de Presupuestos del segundo gobierno de Michelle Bachelet, Sergio Granados: “La proyección que hizo Hacienda está hecha con la autorización que el Congreso le entregó al gobierno en el Presupuesto 2024, por ello, esos cálculos sobre la deuda en relación al PIB se basan en ese monto. Es creíble esa proyección de 41,2% del PIB para la deuda pública”. Asimismo, recuerda que el control del gasto público lo tendrá esta administración hasta el erario fiscal de 2026, por ello, a su juicio, es plausible que se cumpla.