Los primeros aparatos de autoinstalación comenzaron a llegar en noviembre. En un mes, Starlink -una división de Space X, controlada por el empresario sudafricano Elon Musk, dueño de Tesla- ya superaba los mil clientes para saltar a más de 3.000 en marzo de 2022. La compañía triplicó su presencia en el país en cinco meses, según datos de Subtel solicitados por Transparencia.
Las primeras cifras oficiales del desempeño de la firma se dieron a conocer en marzo. Ahí se revelaron datos a diciembre: al cierre de 2021, Starlink tenía 1.339 clientes. Los kits de autoinstalación que permiten obtener velocidades de descarga de más de 100 megabit por segundo, llegando incluso a 300 megas, se concentraron básicamente en la Región Metropolitana y en La Araucanía. Sólo cuatro regiones no reportaban aparatos: el extremo norte en Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta; y Magallanes, en el otro extremo.
En enero de este año se sumaron 829 kits más, totalizando los 2.228. En febrero se llegó a los 2.742, para saltar en marzo a 3.111 unidades. Cada uno de los kits cuesta $ 576.400, más $ 95.800 por el envío, y $ 92.600, la mensualidad.
En diciembre, su participación era aún menor, pero creciente. De los 4,2 millones de conexiones a internet fija que existían en ese entonces, Starlink tenía apenas un 0,03%. Y si hace algunos meses las reservas estaban disponibles recién desde este año, e incluso se apuntaba a 2023, hoy no aparece ningún margen de espera en la página.
En marzo, la empresa tenía 250.000 usuarios en el mundo, más del doble de los 100.000 que Elon Musk daba cuenta en agosto. Y ya estaba en 25 países.