La inversión foránea directa en Latinoamérica y el Caribe aumentó 56% interanual hasta los US$134.000 millones, destacó este jueves el nuevo informe sobre flujos financieros al exterior de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad).

La subida fue ligeramente inferior a la media global, del 63 %, que se explica en parte por las bajas cifras de 2020, el primer año de pandemia.

Por su parte, América Latina aún no ha regresado a las cifras de inversión de 2019, el último año antes de la crisis sanitaria, algo que sí se ha logrado a nivel global y en regiones como Norteamérica, Asia o África.

El principal receptor de inversiones en la región latinoamericana fue Brasil, con US$50.000 millones, una subida interanual del 77%; seguido de México, con US$31.000 millones (13% más), Chile (US$12.000 millones, 31% más) y Colombia (US$9.400 millones, 26% más).

Brasil y México se situaron en el sexto y décimo lugar, respectivamente, en la lista de mayores receptoras mundiales de inversión el pasado año, por encima de grandes economías como Alemania, Reino Unido, Australia o Japón.

La Unctad vaticina que las positivas cifras en Latinoamérica y otras regiones podrían no continuar en 2022, debido a la incertidumbre generada por la guerra en Ucrania, que hace temer un nuevo ciclo de contracción inversora.

En Europa la inversión extranjera directa en 2021 creció 170% interanual hasta los US$219.000 millones, mientras que en Norteamérica subió 145% (US$427.000 millones).

Asia fue por tercer año consecutivo el principal destino de las inversiones foráneas, que ascendieron a un máximo histórico de US$619.000 millones ( 19% más que en el año anterior), mientras que en África la subida fue del 112% (US$83.000 millones).