Finalmente una salida está viendo la firma chilena de anteojos sustentables e ícono de las startups, Karün, luego que este miércoles se concretara el aumento de capital de US$5 millones anunciado hace dos semanas por los inversionistas, como última carta para salvar a la compañía de su difícil situación financiera.
Luego de una larga travesía, en la que no podían cerrar una nueva ronda de inversiones para poder seguir operando, y su fundador y CEO, Thomas Kimber, intentaba conseguir alternativas para reflotar la empresa o evaluar un proceso de cierre definitivo, el pasado 17 de octubre recibieron una propuesta de parte de dos family offices: WildSur, de la familia Lería Luksic y que ya eran inversionistas de Karün desde 2019, y Petra, ligada a Gabriela Luksic, que era uno de sus acreedores.
Esta propuesta consistía en un aumento de capital por US$5 millones, lo que se concretó luego que consiguiera el quorum necesario y que todos los tenedores de acreencias manifestaran su disposición a capitalizarlas.
“Este aumento de capital tiene por objetivo dar proyección y sostenibilidad a Karün y sus filiales, mediante un nuevo plan de negocios y la incorporación de nuevos integrantes a la administración y directorio. El cierre legal de esta operación debiera materializarse dentro del mes noviembre”, señaló la firma en un comunicado.
Conforme a esta aprobación, se incorpora como gerente general de Karün Ignacio Ureta y se formará un nuevo directorio, al cual entrarán Diego Bacigalupo y Cristóbal Hurtado. “El fundador Thomas Kimber se mantiene como accionista y asume además como Asesor Estratégico, considerando la experiencia y la visión que ha demostrado a lo largo de los años”, indicaron. Con esto, se materializa la salida de Kimber del cargo de CEO, lo que ya se había anticipado hace un par de semanas por parte del mismo Kimber a través de una carta a los trabajadores de la startup.
El nuevo CEO, Ignacio Ureta, señaló tras el aumento de capital y su designación que “es un privilegio unirme a Karün en esta nueva etapa, donde el equipo ha logrado posicionar la marca como un referente de innovación y compromiso ambiental. Ahora, nuestro desafío es consolidar la rentabilidad, optimizando nuestra operación tanto a nivel nacional como internacional y enfocándonos en los mercados y canales que nos permitan crecer de manera estratégica. Con una gestión eficiente y un compromiso con la sostenibilidad, construiremos sobre la sólida base ya establecida, fortaleciendo a Karün como una marca única en la industria”.
WildSur ha sido accionista de Karün desde 2019, mientras que Petra hasta ahora tenía calidad de acreedor de Karün. “En la propuesta, ambas se comprometen a completar como mínimo el 50,1% de las nuevas acciones, e invitan al resto de los inversionistas a suscribir el porcentaje restante, con el compromiso de ambas de adquirir cualquier remanente para alcanzar al 100% de la nueva emisión”, puntualizó la firma.
La historia
Karün fue fundada en el 2012 en Puerto Varas. Su objetivo era utilizar material reciclado para fabricar anteojos. Junto con comunidades rurales de la Patagonia recolectaban plástico, maderas caídas, redes de pesca, entre otros para crear sus productos.
Sus primeros lentos fueron de madera. Con estos un año después obtuvieron la certificación B y siguieron avanzando, fabricando lentes de distintos materiales reciclados. En 12 años la compañía tuvo una fuerte expansión, y actualmente tiene puntos de ventas en 34 países de América y Europa, en donde llegaron en 2021, a través de una alianza con GrandVision, operador de Rotter&Krauss en Chile.
En 2023 tuvieron un crecimiento de ventas de 13,7% y proyectaron un alza de 42,5% para el 2024. Sin embargo, para el cierre del año pasado ya tenían problemas financieros, algo que admitían en su reporte de impacto.
A finales de octubre del 2023, Kimber dijo a Pulso: “Estos dos últimos años han sido muy difíciles. Duro. Hemos tenido una pandemia y ahora la crisis económica y la guerra en Ucrania, que son cosas que a todos los emprendimientos nos afectan. Pero creo que una dificultad muy importante ha sido el cambio en el ecosistema emprendedor desde el punto de vista de inversión. Hace cuatro o cinco meses, los inversionistas están exigiendo crecimiento en ventas por sobre todas las cosas (...) Ahora, los inversionistas están mucho más conservadores”.
En una carta a los inversionistas, fechada el 14 de agosto, Kimber relató que Karün, en sus 12 años de operación recopiló un capital de US$35 millones, monto que no se invirtió en tandas grandes. Esto, “significó que en todo momento del tiempo Karün tenía unos pocos meses de vida. Aún así logramos entrar a los mercados más exigentes en el mundo (cuando todos los ‘expertos’ decían que era imposible), a las cadenas más grandes del mundo, incluso llegando a ser reconocidos a nivel mundial por ser líderes en nuestra industria”, destacó.