La familia Benetton prometió disputar la incautación de sus activos de concesiones viales por parte del gobierno italiano tras el fatal colapso de un puente, en un enfrentamiento entre una de las dinastías industriales más preeminentes del país y políticos populistas que exigen justicia para un desastre que costó la vida de al menos a 39 personas.

Los inversionistas en Atlantia SpA, compañía de infraestructura controlada por la familia, enfrentaron enormes pérdidas después de que el accidente encendiera una crisis política. Las autoridades italianas dijeron el miércoles por la noche que comenzaron el proceso para revocar la concesión vial de la empresa, mientras que la compañía dijo que protegería a los accionistas y los bonistas.

Las acciones frenaron parte de las pérdidas luego de que un alto funcionario del Ministerio de Transporte sostuviera que la medida inicial para revocar la concesión vial de la unidad Autostrade per l'Italia, de Atlantia, estaría restringida al tramo vial en Génova donde se ubica el puente derrumbado. Con todo, las acciones de Atlantia cayeron 22,26%. en Milán.

La medida del gobierno podría suspenderse si Autostrade cumple su promesa de reconstruir el puente y las instalaciones relacionadas dentro de cinco meses, dijo el funcionario, que solicitó no revelar su identidad de acuerdo con la política interna. Atlantia podría tener la oportunidad de mantener su concesión vial si reconstruye rápidamente el puente, dijeron personas con conocimiento del asunto.

Atlantia señaló que su contrato exige que se reembolse a Atlantia si se retira la concesión, y dijo que continuará apoyando a Autostrade "con el objetivo de proteger los intereses de sus accionistas y tenedores de bonos".

Los bonos por 1.000 millones de euros con vencimiento en julio de 2027 de Atlantia cayeron por debajo de 87 céntimos de euro, el nivel más bajo desde que se emitieron, para luego recuperarse a 93 céntimos de euro al mediodía, según datos compilados por Bloomberg. Los 700 millones de euros de valores con vencimiento en septiembre de 2029 emitidos por Autostrade llegaron a 88 céntimos de euro, previamente en la sesión, también un mínimo histórico, y se cotizaban a 94 céntimos.