Tras un positivo inicio de año, el clima de nerviosismo retornó a los mercados del mundo. Y es que las dudas sobre el futuro de la guerra comercial, junto con nuevas señales de desaceleración, disminuyeron el apetito por los activos de riesgo entre los inversionistas.

Prueba de ello es el movimiento que registra el mercado de deuda de Alemania, considerado activo refugio entre los inversionistas. Los bonos de ese país con vencimiento a 10 años, se encaminan a cerrar la semana con alza de 0,78% y en los 101 euros, su valor más alto desde octubre de 2016.

A su vez, el rendimiento de la deuda alemana se ubica en 0,084%, lo que supone un retroceso de 70 puntos bases en sus cinco jornadas consecutivas a la baja.

En cuanto al mercado de acciones, el Dax -principal indicador bursátil de Alemania- despidió su peor semana desde el 7 de diciembre pasado, al acumular baja de 2,45%.

El interés de los inversionistas por los activos refugio tomó fuerza tras el recorte en las proyecciones económicas para los 19 países la Eurozona.

Tras registrar una expansión de 2,4% en 2017, la Comisión Europea dijo el jueves que el crecimiento del bloque en 2018 sería de 1,8%, lo que se traduce en un recorte de dos décimas respecto a su previsión anterior.

"Funcionarios del gobierno estadounidense manifestaron que era muy poco probable que los presidentes de ambos países se reunieran en las próximas semanas (...) Lo anterior, se materializó en un contexto donde el flujo de noticias económicas proveniente de la Zona Euro sigue dando cuenta de mayor debilidad, situación que junto a la incertidumbre en torno al comercio internacional, reavivó el nerviosismo relacionado a una desaceleración global", explica Bice Inversiones.