La inflación está reflejando la debilidad de la demanda interna. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el IPC de junio tuvo un registro negativo de 0,1% completando dos meses consecutivos de caídas. Con ello, el semestre cerró con una inflación acumulada de 1,2%, la más baja desde 2017. En términos trimestrales, la inflación entre abril y junio acumuló una caída -0,2%, su menor nivel para un mismo trimestre desde 2003 cuando registró -0,5%. Así, en doce meses los precios bajaron a 2,6%. Todo esto llevará a que la UF baje $28,7 y llegue a $28.716 al 9 de agosto.
En el detalle, el INE informó que en el sexto mes del año, ocho de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias negativas, mientras que cuatro presentaron incidencias positivas. Entre las divisiones con descensos en sus precios destacó transporte (-0,7%) con -0,091 puntos porcentuales (pp.) donde destaca el la caída de las bencinas de 2,8%, aportando -0,074pp en el mes y salud (-0,4%) con -0,029pp. Las restantes divisiones que influyeron negativamente contribuyeron con -0,095pp., en conjunto.
A su vez, entre las divisiones que consignaron alzas mensuales en sus precios sobresalió alimentos y bebidas no alcohólicas (0,3%), que incidió 0,061pp.
Es precisamente por este último ítem que el menor IPC no se siente de igual forma en el “bolsillo” de las personas, dado que el grupo alimentos es la que más concentra sus gastos el 20% de la población de menores ingresos (el primer quintil). De acuerdo a la última Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) del INE, el 28,9% del gasto mensual total de los hogares del primer quintil va destinado a alimentos, lo que contrasta con el 19,3% del promedio nacional y está muy lejos del 11,5% del quinto quintil (el 20% de mayores ingresos).
Según cálculos de Pulso, mientras el IPC total acumuló un alza de 2,6% entre junio de 2019 y junio de 2020, el IPC del primer quintil llegó a 2,9%, registrando una leve disminución en comparación a mayo (3,1%) y se ubicó en su menor nivel desde noviembre de 2019. Asimismo, en el quintil más rico la inflación anual llegó a 2,3%. Con esto, la diferencia en inflación anual entre el primer quintil y el quinto quintil fue de 0,6 punto porcentual.
¿Qué está pasando con los alimentos?
Factores estacionales, problemas de logística y costos asociados para operar debido a la cuarentena explican el alza que ha mostrado los precios de los alimentos en lo que va del año. En el mes, en tanto, hubo un desempeño mixto. Por un lado el pan, limón, plátano y naranja bajaron de precios. Por el contrario, carne de pollo, carne de vacuno, hamburguesas y huevos registraron las mayores incidencias positivas. En los últimos 12 meses las mayores incidencias positivas en el IPC fue la carne de vacuno, con un alza de 13,3%.
El ministro de Agricultura, Antonio Walker, sostuvo que “tenemos alimentos, hay stock y muchas veces las lluvias impiden que se desarrolle de manera normal la logística, pero cuando vuelve a la normalidad, esos productos bajan, por lo que esperamos una estabilización de precios para los meses de invierno”. El secretario de Estado destacó la baja que tuvo el ítem frutas y verduras con una variación mensual de -0,9%, no obstante acumula una variación de 10,9% a doce meses.
Martina Ogaz, economista de EuroAmerica, explica que “hay productos particulares que están presionando al alza como es el caso de cítricos los cuales no han registrado las bajas que por estacionalidad tienen en este periodo del año, mientras que vemos algunos efectos por el lado de frutas y verduras frescas como consecuencia de la sequía, donde si bien este año se han registrado lluvias dentro de lo normal, aún no es suficiente para contrarrestar los años de extensión de esta sequía”.
Carolina Grünwald, economista de Banchile, precisa que “los alimentos están subiendo por varios motivos, resaltando el mayor costo asociado a operar cumpliendo con todas las medidas sanitarias y un aumento en la demanda de ciertos productos más esenciales para cocina y autoabastecerse, como la harina, las legumbres y los huevos”.
Para los próximos meses, Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, espera que los alimentos vuelvan a incidir positivamente en la inflación, debido al incremento que deberían registrar verduras de estación”.
Pese a ello, la perspectiva apunta a que las presiones inflacionarias sigan débiles en línea con la demanda. Por ello, los economistas ajustaron a la baja su proyección para el año y ahora fluctúa entre 2,2% y 1,7%.