La escalada inflacionaria que vive la economía chilena no cede. No hay atisbos, todavía, de una moderación en los precios, sino todo lo contrario. Eso quedó reflejado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo, que subió 1,2%, ubicándose levemente por arriba del promedio de las expectativas del mercado, pero dentro del rango amplio de estimaciones que iba entre 1% y 1,5%.
De esta manera, entre enero-mayo el IPC acumuló un alza de 6,1%, duplicando la meta de 3% del Banco Central, y escaló hasta 11,5% en un año, siendo su mayor nivel desde mediados de 1994.
¿Qué pasó en el mes? El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que la división de alimentos y bebidas no alcohólicas fue la que tuvo la mayor incidencia, aportando 0,386 puntos porcentuales (pp). Esta división tuvo un alza de 1,8% mensual y de 17,1% en un año. En el mes, anotó aumentos mensuales en sus once clases. De los 76 productos que componen la división, 62 presentaron alzas en sus precios, siendo la más relevante bebida gaseosa (4,8%), con una incidencia de 0,052 pp. Los restantes productos con incidencias positivas acumularon 0,346 pp.
La segunda división que tuvo un rol preponderante fue transporte, la cual consignó alzas mensuales en siete de sus diez clases. La más importante fue transporte de pasajeros por aire (21,3%), que aportó 0,200 puntos porcentuales, seguido de combustibles y lubricantes para vehículos de transporte personal (2%), con 0,074 pp. Así, de los 24 productos que componen la división, 15 consignaron alzas en sus precios, destacando servicio de transporte aéreo (21,3%), con una incidencia de 0,200 pp., seguido de gasolina (1,9%), con 0,058 pp. Los restantes productos con contribuciones positivas acumularon 0,080 pp.
Ahora, al analizar individualmente los productos que más incidieron en el IPC del mes, no aparece ninguno esencial, ligado a alimentos por ejemplo. Así, de los 303 que componen la canasta del IPC, los que encabezaron la lista fueron transporte aéreo, paquete turístico y alimentos consumidos fuera del hogar. Entre los tres se llega a 0,362 pp, casi un tercio del 1,2% del IPC del mes.
Si se consideran sólo los alimentos, el tomate y el pan comparten la misma incidencia mensual, con 0,038 puntos porcentuales. Luego se ubica el queso, con 0,027 pp, y las cecinas, con 0,019 pp.
Desde los sectores de la gastronomía y del turismo explican que el mayor precio de sus productos se debe al alza que han tenido en los costos. Máximo Picallo, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), sostiene que el alza en los restaurantes responde al incremento que están teniendo los insumos como alimentos, aceite, costo de la electricidad y del gas. A ello suma los arriendos que están indexados en UF. “Al sector gastronómico nos ha pegado fuertemente”, afirma. No obstante, puntualiza que no todo este mayor costo está siendo traspasado a precios a los clientes.
Por su parte, Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta ejecutiva de Fedetur, explica que “el aumento del costo de vida impacta también a muchos rubros de la actividad turística ante el alza de insumos que encarecen los servicios que ofrece la industria, como el transporte aéreo y terrestre, el hospedaje y la gastronomía, por mencionar algunos, y que impactan en el precio al consumidor final”.
Visión de los analistas
Los economistas esperan que la inflación siga al alza en los próximos meses, en línea con lo proyectado por el Banco Central, alcanzando niveles cercanos a 13% anual hacia el tercer trimestre, para luego comenzar a bajar de manera gradual.
Francisca Pérez, economista principal de Bci, prevé un IPC de 0,9% para junio y de 1,1% para julio. En su escenario base proyecta que la inflación llegará en torno a 13% en los próximos meses y terminará del orden de 9,8% a fin de año. Felipe Alarcón, economista de Euroamerica, también espera un techo similar, pero a diciembre todavía ve un nivel más alto, de alrededor de 11,6%.
Andrés Pérez, economista jefe de Itaú, sostiene que “esperamos que la inflación siga subiendo en los próximos meses alcanzando un peak cercano al 12% y después bajando gradualmente hacia una tasa cercana al 10% a fines de este año”.
Fernando Suárez, senior Portfolio Manager en Fintual, comenta que “el impacto de los shocks externos es evidente. Más de la mitad del aumento de precios de mayo se explicó por alimentos, en especial pan, cereales y aceites; y por transporte, especialmente por las bencinas. Esto refleja el gran aumento que han experimentado los precios de materias primas a nivel global”.
Con esto, añade que “se espera que al cierre de 2022 la inflación se ubique en torno a niveles de 10%, en línea con lo publicado por el Banco Central en su último IPoM”. Mientras que Sergio Godoy, economista jefe de STF Capital, tiene en su escenario base una inflación de 9,5% para el año.