Las hortalizas y los combustibles fueron los responsables del aumento en 0,4% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para octubre, que si bien se ubicó por sobre las expectativas de consenso del mercado, de todas formas la inflación en 12 meses retrocedió hasta 2,9% desde el 3,1% anual que registró en septiembre.

De acuerdo con el informe del INE, siete de las 12 divisiones presentaron alzas, destacando Alimentos (0,7%) donde incidieron con fuerza las papas, limones y el pan. De hecho, el tubérculo de mayor consumo en el país acumula un potente aumento de 85,5% en 12 meses.

Les siguen las divisiones de Transporte (0,9% por combustibles y Transantiago) y Recreación y Cultura (0,6% por paquetes turísticos).

Las medidas subyacentes también siguen contenidas: el IPCSAE (que excluye hortalizas y combustibles) aumentó 0,3% impulsado por bienes y servicios, mostrando un casi nulo traspaso de la apreciación del dólar a los precios locales, registrando un avance al décimo mes de 2018 de 2,1%, en el piso del rango de tolerancia del Banco Central.

Esto mostraría, según los expertos, que las presiones inflacionarias están bajo control y que la economía aún mantiene holguras, incluso para los próximos meses las expectativas se mantienen acotadas con registros de inflación de noviembre y diciembre entre 0,1%-0,2% y 0,0%-0,1% respectivamente.

Entre los factores que explican esta disminución en los precios se encuentran las frutas y verduras y de las bencinas.

En este último punto, si bien hoy el IPC de los combustibles anota una variación de 16% siendo su mayor nivel desde que existe la nueva base (2014) para las próximas semanas se esperan bajas.

Sergio Lehmann, economista jefe de BCI prevé que "considerando los precios internacionales de las bencinas, el precio a nivel local registrará bajas hasta fines de noviembre. Esto bajo el supuesto que el tipo de cambio se mantiene en estos niveles".

Misma visión entregó la economista de EuroAmerica, Martina Ogaz quien adelanta que "los precios de las bencinas mostraran caídas hasta mediados de diciembre. Así las cosas, el año terminaría en torno a 3,1%.

Bajas presiones

Existe consenso entre los analistas en que la economía atraviesa por un período de bajas presiones. De acuerdo con Santander la razón apuntaría a la "reversión de los precios de los combustibles y el retraso en el traspaso de la apreciación cambiaria".

Sobre la difusión de la depreciación del peso Scotiabank agrega que efectivamente "el traspaso del dólar no ha llegado con la intensidad usual a todos los bienes y por efectos de segunda vuelta, a servicios".

¿Qué podría estar detrás de ello?

Nathan Pincheira de Fynsa asevera que "creemos que esto se explica por un activo manejo de márgenes por parte de las compañías" lo que se refleja en el índice de difusión (porcentaje de bienes que aumentó de precio) que llegó a 55%, en línea con su promedio histórico, aseguran, lo que da cuenta de presiones inflacionarias en el margen.

Ambos elementos se suman al débil Imacec de septiembre de 2,3% (2,9% trimestral), lo que en teoría, debería restar presión a un alza de la TPM. Sin embargo, no son pocos los expertos que anticipan que en diciembre el tipo rector aumentará en 25 puntos base.

En esta percepción existen varios factores. Primero, la rectificación del Índice de Remuneraciones por parte del INE debido a errores u omisiones de las empresas encuestadas y que significó corregir el crecimiento de los salarios a septiembre, desde 3,3% a 4,5% nominal.

En BanChile sostienen que esta rectificación "aumenta las posibilidad que el Banco Central opte por subir la TPM en la próxima reunión de diciembre". De hecho, agrega Santander, esto "atenúa la posibilidad de presiones a la baja en los precios hacia adelante.

En Scotiabank agregan que la necesidad de mantener "consistencia con el discurso estratégico-comunicacional del instituto emisor iniciado en julio pasado".

Entre los consultados, se inclinan por un aumento en 25 puntos base en diciembre BanChile, Econsult, Fynsa y Scotiabank, mientras que BCI, Santander e Itaú se inclinan por un incremento en enero.

De hecho, la Encuesta de Operadores Financieros espera un alza de 25 puntos base de la tasa de interés en enero y a mayo de 2019 la sitúan en 3,25% para cerrar el año en 3,5%.

Según Miguel Ricaurte de Itaú "cuando miramos los precios transables siguen siendo la menor fuente de presión inflacionaria. Por esa razón, esperamos que la inflación se estacione en 3% por un tiempo, lo que le permitiría al Banco Central esperar antes del próximo movimiento de tasas que vemos más bien en el primer trimestre de 2019".