La economía chilena no crecerá este año, si es que cumple la proyección que entregó este miércoles, el Banco Central. En su Informe de Política Monetaria (Ipom) de septiembre, la entidad fijó un rango para el Producto Interno Bruto (PIB) de entre -0,5% a 0% desde el -0,5% y 0,25% proyectado en junio.
El instituto emisor argumenta en el informe que la proyección de crecimiento considera el impacto de los problemas operacionales que han afectado la producción minera en los últimos meses, cuyos incrementos programados a lo largo de 2023 se harán efectivos a partir del cuarto trimestre del año.
En ese sentido, la actividad no minera, en tanto, retomará variaciones trimestrales positivas a partir de fines de este año, para luego ir acercándose de manera gradual a una tasa de expansión coherente con su nivel potencial. Así, para 2024 y 2025 se esperan rangos de expansión del PIB total de 1,25-2,25% y 2,0-3,0%, respectivamente.
En cuanto a las variables de demanda interna, el ente rector ve una caída de 4,3% levemente mayor al 4,2% esperado en el informe de junio. Esto afectado principalmente por el consumo, que pasó de esperar una contracción de 3,4% a 3,7%.
Pese al ajuste en el consumo, esta variable para el gasto privado permanecerá en niveles similares a los actuales. Para 2023 se prevé un retroceso del consumo privado de 4,9% (al igual que en junio), determinado en su mayoría por la fuerte baja del primer trimestre. Para 2024 y 2025, se proyectan aumentos de 1,7 y 1,9%, respectivamente, similares a las proyecciones previas.
Hacia el mediano plazo, el BC sostiene que “la evolución prevista para el consumo privado es coherente con ingresos reales que irán recuperándose gradualmente y condiciones financieras que serán más favorables conforme avance el proceso de reducción de la Tasa de Política Monetaria.
En ese sentido, “los salarios reales seguirán incrementándose en lo que viene, en un contexto donde el mercado laboral se comportará acorde con el ciclo económico”. A su vez, resaltan que “la transmisión del relajamiento monetario a las tasas de interés irá disminuyendo la carga financiera de los hogares”.
Para la inversión, en tanto moderó la baja. Si en junio esperaba una merma de 3%, ahora prevé un -1,2%. Según explicó el ente rector, “la debilidad se dará particularmente en el componente de construcción y obras, tal como viene observándose desde hace unos trimestres”. De todos modos, destacó la diferencia en las proyecciones para 2023 respecto de lo estimado en junio (-3%), explicada, principalmente, por un mejor desempeño de maquinaria y equipos durante el segundo trimestre.
A nivel global, el análisis del Central ve que la economía chilena “seguirá recibiendo un impulso externo acotado”. Esta visión se mantiene igual que en el Ipom de junio, donde se prevé que el crecimiento de los socios comerciales será de 2,8% en promedio entre 2023 y 2025. Esto considera una recomposición del desempeño entre países. Por un lado, menciona que hay un recorte de las perspectivas para China durante este año y, por otro, porque se estima que Estados Unidos tendrá una recesión más moderada y tardía. Los términos de intercambio tampoco tienen cambios sustantivos.
En cuando al déficit de la cuenta corriente, el BC dice que continuará bajando durante este año, en línea con la progresiva recuperación del ahorro privado. Acumulado en doce meses, este déficit descendió hasta 4,5% del PIB en el segundo trimestre (6,6% en el primero). “El continuo restablecimiento del balance ahorro-inversión provocará que el déficit de la cuenta corriente alcance 3,4% del PIB este año y se ubique en 4% en los dos siguientes”, puntualiza el documento del instituto emisor.
Las proyecciones de crecimiento del PIB para los próximos años no tienen cambios. Así para 2024 entre 1,25% y 2,25% y 2025 entre 2% y 3%. En Santander destacaron que se revisó “levemente al alza la demanda interna ante un consumo que mejoraría por mayores salarios (beneficiándose del salario mínimo) y con un mercado laboral en línea con el ciclo, aunque sin dar más detalles de esto último. Con todo, en el informe se estima que la brecha de actividad continuará reduciéndose y se ubicará en terreno negativo en todo el horizonte de política”.
Factor dólar en la inflación
En cuanto a las previsiones inflacionarias, sorprendió al subirla levemente desde 4,2% a 4,3%, para converger a 3% en la segunda parte de 2024. De acuerdo a lo expresado por el Central, esta proyección incorpora los menores registros de los últimos meses, pero que es compensado por el traspaso a precios de la reciente depreciación del peso, por los mayores precios internacionales de los combustibles, así como por el impacto de las inundaciones recientes en los precios de algunos alimentos. “La combinación de estos factores explica que en 2024 la inflación promedio sea algo más alta que lo proyectado en junio”.
Ahora bien, en cuanto a la inflación subyacente, se menciona que tendrá un descenso más lento que la total. Sin embargo, durante gran parte del horizonte de proyección su trayectoria será menor que la prevista en junio. Con ello, terminará este año en 6,3% y alcanzará 3% a comienzos de 2025. En el corto plazo, subrayan que “el componente de servicios sostendrá tasas de variación mensual elevadas y aun por sobre sus promedios históricos, coherentes con procesos de reajuste de salarios y tarifas mediante mecanismos de indexación que aún considerarán los altos registros inflacionarios del último año”.
Puntualiza el informe que el escenario central de las proyecciones supone que el tipo de cambio real multilateral (TCR) se mantendrá en torno a los niveles actuales durante el horizonte de proyección. “La inflación de bienes seguirá cayendo, influida por la moderación de las presiones de demanda y de costos externos e internos. Estos últimos elementos, sumados a la sorpresa negativa acumulada desde el Ipom anterior explican que la trayectoria de inflación subyacente proyectada sea menor que la prevista en junio durante gran parte del horizonte de proyección”, asevera el texto del BC.
Tasa de interés entre 7,75% y 8%
Ayer, luego de que el Banco Central recortara en 75 puntos base la Tasa de Política Monetaria (TPM), dejándola en 9,5%, los economistas anticiparon que la instancia rectora cerraría este año entre 7,75% y 8%. Y ahora, en este informe, el Central lo ratifica: “De materializarse las proyecciones del escenario central de este Ipom, en el corto plazo la TPM continuará la trayectoria delineada en la Reunión de julio. Esto significa que, a fines de año, la TPM se ubicaría entre 7,75 y 8%”, reafirmaron.
De todos modos, precisaron que “la magnitud y temporalidad del proceso de reducción de la TPM seguirán sujetas a la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria inflacionaria y el logro de meta de 3% dentro del horizonte de política”.
En cuanto a los riesgos, el BC dicen que siguen asociados mayormente a la situación macro financiera global. “Al igual que en junio, sigue resaltando la posibilidad de que un deterioro mayor de ella desencadene episodios de alta volatilidad, reducción de la liquidez e incentivos a la salida de capitales desde el mundo emergente”, comentaron. A las fuentes de riesgo previamente identificadas, el BC menciona “las dudas sobre China, en especial por la evolución de su economía y mercado financiero”. Así, “las implicancias de estos escenarios para la política monetaria dependerán de cómo la combinación y magnitud de dichos elementos afecten las perspectivas de convergencia inflacionaria de mediano plazo”.
La visión del mercado
Para los economistas la primera lectura que hacen del informe es que no hubo grandes sorpresas, sino más bien una reafirmación del escenario macroeconómico que ya estaba en el horizonte.
Desde Santander afirman que el escenario para la trayectoria de la Tasa de Política Monetaria (TPM) es coherente con el ajuste a la baja en la inflación sin volátiles: “El corredor de la Tasa de Política Monetaria (TPM) se redujo respecto al informe de julio, en línea con lo que anticipamos ayer tras el recorte de 75 puntos base en la tasa de referencia. Las caídas son superiores en el corto plazo, sugiriendo para este año disminuciones de entre 150 puntos base y 175 puntos en total en las dos siguientes reuniones, con lo que finalizaría 2023 entre 7,75% y 8%. Esta proyección está en línea con nuestras estimaciones para el cierre de año y la sugerida por las tasas de mercado”, sostiene.
Arturo Claro, economista de Econsult, acota que “el corredor de la Tasa de Política Monetaria en el corto plazo se hizo más angosto, marcando una trayectoria más explícita de la política monetaria y que es congruente con una tasa, que ya había sido anunciada por la presidenta del Banco Central, en torno a 7,75-8% a fines de año, lo que es consistente con nuestro análisis que anticipa dos bajas de 75 puntos base en las dos reuniones que quedan”.
Fernando Suarez, Senior Portfolio Manager en Fintual, comentó que en términos de crecimiento económico, el Banco Central acotó el rango para 2023, justificado en parte por problemas operacionales de la actividad minera”.