El buen inicio que ha tenido el año en crecimiento económico está generando cambios concretos en las expectativas. El lunes el mercado subió su proyección al rango entre 2% y 3% y ahora el Banco Central (BC) en su Informe de Política Monetaria (Ipom) ratificó el cambio de ambiente que adelantaron los economistas.
Así, para este año, subió su proyección para el Producto Interno Bruto (PIB) de entre 1,25% y 2,25% a uno entre 2 y 3% este año, mientras que tanto para 2025 como para 2026, se proyecta un rango de entre 1,5% y 2,5%, con una economía que irá convergiendo a su tasa de crecimiento potencial. Buena parte de la revisión para este año se explica por la aceleración de la actividad en el primer trimestre.
Según explicó el ente rector, el consumo privado tendrá tasas de expansión similares a las consideradas en diciembre, explica el Banco Central proyectando un alza de 2%. De esta manera, indica que el gasto de los hogares irá aumentando gradualmente, con condiciones financieras que irán tornándose más favorables, y con un repunte de la masa salarial real, debido al incremento de los salarios reales y del empleo.
Para la Formación Bruta de Capital Fijo (inversión) el BC no ve un buen año, ya que espera que vuelva a caer, pero debido a una mayor base de comparación, su evolución en 2023 y fundamentos que siguen débiles. Así, la previsión del ente rector es de una caída de 2%. En diciembre espera una nula variación este año.
Sobre la inversión el BC profundiza su explicación. En su análisis sostienen que diversos antecedentes apuntan a que el deterioro se mantendría en el corto plazo, sobre todo en maquinaria y equipos.
Asimismo, apuntan que “las importaciones de bienes de capital han seguido debilitándose, en medio de la depreciación cambiaria de meses recientes”. Así, la proyección del ente rector considera que en la primera parte del año la velocidad de expansión de esta fracción de la FBCF será menos negativa que a fines de 2023 y que será positiva en el segundo semestre. De todos modos, se debe tener presente que se trata de un componente del gasto tradicionalmente volátil.
En construcción y otras obras, en tanto, al mayor impulso de las obras de ingeniería que proyectan los catastros se opone un bajo dinamismo del rubro inmobiliario. Las condiciones financieras continúan restringiendo la inversión, en especial por los niveles de las tasas de interés de los préstamos a más largo plazo.
El IPoM estima que el déficit de la cuenta corriente se ubicará cercano a 3,5% durante 2024‐2026.
En cuanto a la inflación, el Ipom de marzo revisa al alza sus perspectivas para la inflación a diciembre de este año, respecto de lo que preveía en el IPoM anterior: se estima que la variación anual de la inflación total y subyacente llegará a 3,8% (2,9 y 3,2% eran las estimaciones previas, respectivamente).
Según detalla el Ipom, “este ajuste está influido por la depreciación del tipo de cambio, el deterioro de los factores de costos globales en los últimos meses, incluido el precio del petróleo, y la mayor inflación de inicios de año”, indica del informe.
En el mediano plazo, agrega, la convergencia de la inflación a la meta considera que la economía no presentará desbalances relevantes y que el Tipo de Cambio Real tendrá una disminución gradual. La intensidad de esta baja estará sujeta al desarrollo de las condiciones financieras. “Este escenario asume un coeficiente de traspaso cambiario a precios finales moderado, acorde con lo observado en lo más reciente y con una demanda por transables todavía débil”, enfatiza el BC. Dado este nuevo escenario, la inflación llegará a su meta de 3% el 2025.
Sobre la política monetaria, el ente rector sostiene que el escenario central del Ipom de marzo, la Tasa de Política Monetaria (TPM) seguirá reduciéndose. Agrega que la magnitud y temporalidad de las futuras reducciones dependerán de la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria inflacionaria.
Menciona que “la economía local ha logrado ir cerrando los grandes desbalances macroeconómicos de años previos, la inflación ha tenido un rápido descenso y está en niveles más cercanos a la meta de 3%, al mismo tiempo que las expectativas de inflación están alineadas con la meta”, de acuerdo con el informe.
El informe agrega que “en la medida que los shocks que afectan la inflación sean transitorios, el marco de política monetaria basado en una meta a dos años plazo permite acomodarlos dentro del horizonte de política sin poner en riesgo la convergencia inflacionaria”.
Ahora bien, agrega que los escenarios de sensibilidad, que representan los bordes del corredor de TPM, consideran situaciones donde la evolución de la demanda interna difiere de lo previsto en el escenario central. “Escenarios donde la demanda es más o menos dinámica que lo previsto, llevarían a que el proceso de reducción de la tasa tuviese una velocidad distinta de la esperada en el escenario central de proyecciones”, comenta.
Sobre los principales riesgos para la trayectoria de la TPM, el BC dice que “siguen principalmente vinculados al ámbito externo. Al respecto, el Ipom destaca el deterioro de la situación geopolítica global y la preocupación por la debilidad de China”.