La economía chilena se encamina a cerrar 2023 con cifras de crecimiento mejores a las esperadas originalmente. Si a inicios de año las previsiones apuntaban a una caída del PIB de hasta 1,5%, el escenario más probable hoy es que registre una muy leve contracción, o incluso que sea del orden de 0%. Eso es lo que los expertos anticipan que el Banco Central (BC) proyectará cuando el próximo 20 de diciembre publique su último Informe de Política Monetaria (Ipom) del año.
En el informe de septiembre proyectó un rango entre -0,5% y 0%, pero las cifras más recientes sorprendieron al alza. De acuerdo a las últimas Cuentas Nacionales, en el tercer trimestre el PIB se expandió 0,6%, versus el 0,2% previsto con el promedio de los Imacec. Con ello, entre enero y septiembre acumula una caída de 0,3%.
Hasta antes de conocer ese dato, los expertos esperaban que la economía anotara este año una contracción de entre 0,5% y 0,3%, en cambio ahora, las proyecciones se ajustaron al alza con un rango entre -0,1% y 0,1%. Eso es lo que los expertos esperan que el ente rector refleje en su documento del último mes del año, donde debe proyectar una cifra en un punto exacto.
Pero a pesar de esto, las perspectivas para 2024 no son muy auspiciosas, debido a que no ven una salida a paso firme de este proceso de ajuste. Hoy el escenario base de crecimiento que plantean economistas consultados que fijará el instituto emisor para el próximo año es similar al rango actual -establecido en el Ipom de septiembre-, es decir, de entre 1,25% y 2,25%, aunque algunos esperan que lo baje a entre 1% y 2%.
El economista asesor de Euroamerica, Felipe Alarcón, prevé que la proyección del BC estará de nuevo entre 1,25% y 2,25%. Lo mismo espera el economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira, y la economista principal de Bci, Francisca Pérez. En cambio, Alejandro Fernández, socio de Gemines, cree que el instituto emisor reducirá su estimación a entre 1% y 2%.
Asociado al crecimiento del PIB, otra de las variables que miran atentos los expertos es la inversión. En septiembre el BC previó para ella en 2023, como escenario base, una caída 1,2% , y un -0,6% para 2024. Ahora, para este informe, los analistas tienen posturas disímiles. Algunos creen que para el próximo año el ente rector podría corregir al alza su apuesta de la inversión, llevándola a 0% o incluso positiva, mientras otros mantienen la idea de que proyectará una contracción.
En el primer grupo está Alejandro Fernández: “El descenso de 0,6% (para este año) en el Ipom de septiembre parece un tanto pesimista, considerando la muy baja base de comparación. Creo que debiera poner un número en torno a 1%”. Se suma también la economista del OCEC-UDP, Carolina Molinare. “La (estimación de ) inversión deberá estar en torno a 0%”, puntualiza.
En la otra vereda se ubica Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo, quien espera que el BC deteriore aún más su estimación, con una caída de 1%, misma visión que tiene Felipe Alarcón. Por su parte, Nathan Pincheira prevé que la sitúe entre -1% y -0,5%.
Más pesimista aún, Francisca Pérez señala que “dadas las correcciones que ha realizado la Corporación de Bienes de Capital, más el retraso, las suspensiones y la incertidumbre política, creemos que el dato de inversión es más bien negativo para todo el próximo año. En el Ipom de septiembre proyectaron una caída de 0,6% y creemos que debería ajustarse a la baja a -1,5%”.
Índice de precios y tasa de interés
La inflación ha venido cediendo más rápido de lo previsto por los analistas. El IPC de octubre sorprendió a la baja al registrar una variación de 0,4%, ya que se esperaba hasta 0,6%. Esto llevó a que la inflación anual continuara con su descenso, pasando de 5,1% a 5%, mientras entre enero y octubre acumula un avance de 3,7%.
Además, en la última Encuesta de Operadores Financieros (EOF) las apuestas tanto para la inflación a 12 meses como a 24 meses se ubicaron bajo 3% (2,9%), lo que acrecentó la noción de que el BC reacelerará en diciembre el recorte de la tasa de interés.
Acorde a ese contexto, los economistas consultados sostienen que el ente rector ajustará a la baja su proyección de inflación 2023, de 4,3% a entre 4,1% y 4%, mientras que para el próximo año mayoritariamente ven que seguirá en 3%.
“La inflación de este año debiera quedar en 4,1% o 4,2% mientras que la de 2024 debiera mantenerla en 3%”, sostiene Fernández. Pincheira acota que “para este año se juega poco, por ello, la dejaría en 4,1% o 4%, y para 2024, centrada en 3%”. Y Alarcón suma el mismo pronóstico: 4,1% y 3,%, respectivamente.
En todo caso, si bien la inflación irá reduciéndose, los expertos consultados recomiendan que el BC sea cauto en la baja de la Tasa de Política Monetaria (TPM) y, por tanto, en la señal de política monetaria que entregue en este próximo Ipom. “El mensaje no debiese ser muy distinto del último Ipom, en el sentido de que la tasa seguirá normalizándose, pero muy probablemente el escenario central contemplará recortes menos agresivos que los que tenía el informe de septiembre, lo que podría incluir además una tasa terminal algo más alta”, subraya Alarcón.
“El 2024 se cierran los desequilibrios macroeconómicos y el Banco Central debiese continuar con ajustes en su política monetaria en torno a un 5% y mantenerse en dicho nivel para llegar a un proceso de normalización en el segundo semestre de 2024″, sostiene Molinare.
Fernández argumenta que “debería ser muy cauto, considerando la volatilidad del tipo de cambio y la incertidumbre respecto del escenario externo y también del interno”.
El economista añade que el ente rector “debiera enfatizar que la trayectoria de la TPM estará condicionada a los datos que se vayan teniendo antes de cada reunión. Es lo que está haciendo la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, y me parece lo más apropiado”. Si bien apunta que eso “implica un grado de discrecionalidad mayor y que no permite anticipar mucho al mercado, la experiencia de 2023 fue mala, así que es mejor algún grado de ambigüedad”.
Con una mirada de política monetaria más agresiva, Pérez prevé que el BC “continuará bajando la tasa de manera decidida y que la ubicaría cerca de 4,5% a fines de 2024″. Esto, porque “mantener la tasa muy alta podría provocar que en 2025 no lleguemos a crecer al potencial, ya que tasas altas restringirían la demanda interna por un periodo más prolongado del deseado”.