"Se necesita unanimidad y no creo que en esta reunión podamos llegar a un acuerdo", dijo el ministro iraní del petróleo, Bijan Zanganeh, a su llegada a Viena, al tiempo que acusó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de ser responsable de los altos precios del crudo.
"Creo que los precios altos están apoyados por el presidente Trump (...) De cara a la opinión pública estadounidense, Trump quiere demostrar que está en contra de los precios altos", aseguró.
Los países de la OPEP y sus socios petroleros, entre ellos Rusia, intentan esta semana buscar un difícil acuerdo sobre las cuotas, en medio de tensiones entre los quieren aumentar la producción y los que prefieren mantenerla en su nivel actual.
En el primer grupo están Rusia y Arabia Saudí que intentarán convencer a sus socios en dos reuniones consecutivas en Viena, el viernes y el sábado.
Pero otros países como Irán y Venezuela son muchos más reacios. En el caso iraní porque el gobierno está bajo la amenaza de nuevas sanciones de Estados Unidos que le impedirían aumentar la producción y porque teme además que la medida haga caer los precios.
Desde 2016, los 14 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros diez países petroleros, tienen un acuerdo para limitar la producción que ha dado sus frutos, con precios al alza que en el segundo trimestre de 2018 superan los 70 dólares el barril, comparados a los menos de 30 dólares que valían a principios de 2016.
El acuerdo actual, renovado el año pasado, obliga a los 24 países (la llamada OPEP+, que suma más del 50% de la producción mundial), a reducir su producción en un total de 1,8 millones barriles diarios.