Isapres encadenan cinco años seguidos perdiendo afiliados: han salido 786 mil personas de la industria

isapres

Esto ocurre luego de que el año pasado salieron casi 157 mil afiliados de las isapres abiertas, hasta totalizar 2.559.157 beneficiarios -la suma de cotizantes y cargas- en diciembre de 2024, según los números que reporta la Superintendencia de Salud en su sitio web. Esto es una baja de 5,8% en doce meses. Además, es el menor nivel de afiliados que reportan las isapres desde noviembre de 2006.


En 2024 se desaceleró de manera importante la fuga de afiliados desde las isapres en comparación con lo ocurrido en 2023, pero de todas maneras la pérdida de beneficiarios sigue representando una cifra relevante. Es más, las isapres abiertas ya encadenan cinco años consecutivos con afiliados a la baja.

En concreto, el año pasado salieron casi 157 mil afiliados de las isapres abiertas, hasta totalizar 2.559.157 beneficiarios -la suma de cotizantes y cargas- en diciembre, según los números que reporta la Superintendencia de Salud en su sitio web. Esto es una baja de 5,8% en doce meses. Además, es el menor nivel de afiliados que reportan las isapres desde noviembre de 2006.

Esta fuga de beneficiarios se viene observando desde hace 59 meses consecutivos, ya que a partir de febrero de 2020 solo se han registrado disminuciones interanuales de afiliados en las isapres, completando ya cinco años con la misma tendencia.

De esta manera, entre diciembre de 2019 (3.345.512 beneficiarios) y diciembre de 2024 (2.559.157 beneficiarios), ya han salido 786 mil afiliados de las isapres, esto representa un 23,5% del total de afiliados que había en las isapres abiertas al cierre de 2019, es decir, casi un cuarto de ellos.

De ese total de beneficiarios que se fueron en cinco años, un 51,6% corresponde a cotizantes (405.512), mientras que 48,4% son cargas (380.843).

Si bien desde inicios del año 2020 que las isapres no han parado de perder afiliados, lo cierto es que el año 2023 fue excepcional, marcando varios récord nunca antes vistos. Ese año el sistema terminó con 360.876 beneficiarios menos, salió más del doble de beneficiarios que en 2022, y representó la mayor fuga anual de la que hay registro en el sitio web del regulador hace más de dos décadas (1996).

Por eso, si bien es relevante la cantidad de afiliados que salieron en 2024 del sistema asegurador privado de salud, también es cierto que representa poco menos de la mitad de los beneficiarios que se fueron el año inmediatamente anterior.

Los argumentos

El académico UNAB y director de isapre Esencial, Manuel Inostroza, primero hace un análisis sobre los datos históricos de afiliados en las isapres. Explica que en el año 1997 fue cuando más afiliados hubo en el sistema de isapres abiertas y cerradas: 3.883.000 beneficiarios en total. Pero luego, por efecto de la crisis financiera asiática de esa época, sumado a la eliminación del subsidio del 2% que tenían las isapres hasta 1997 (las empresas podían cotizar un 2% adicional al 7% que se destina a salud, y con ello descontaban impuestos, pero se eliminó), en siete años, al año 2004, se perdieran del orden de 1.205.000 beneficiarios.

“Esa fue la peor crisis de pérdida de afiliados que tuvo el sistema en etapas previas. Pasó de 3.883.000 a 2.678.000″, detalla Inostroza. Agrega que después vino la reforma AUGE, que se aplicó en 2005. Y entre ese año y 2018, las isapres crecieron en 727 mil beneficiarios, llegando a 3.405.000 en 2018. “O sea, en 14 años no recuperaron todo lo que perdieron desde 1997, pero crecieron significativamente, y básicamente donde más crecieron fue en cotizantes. La tasa de natalidad en Chile ha impactado el número de hijos, y particularmente los sectores de más altos ingresos. En el año 1997 las cargas de isapres eran 2.157.000. En el año 2018 eran 1.434.000, es decir, perdieron 700 mil cargas en ese periodo de tiempo, básicamente porque la familia chilena se achicó”, puntualiza.

Para hacer un análisis del periodo actual, el también exsuperintendente de Salud toma los datos de las isapres abiertas y cerradas, y asegura que desde 2018 han venido perdiendo afiliados, eso significa que llevan seis años consecutivos a la baja. “En seis años (2018-2024) se perdieron 776 mil beneficiarios en total, que es más que lo que habían logrado crecer en catorce años, entre 2004 y 2018, cuando crecieron en 727 mil beneficiarios”, afirma. En ese lapso, calcula entonces que en promedio han perdido 129 mil beneficiarios por año.

¿Las razones?: “Primero, esto ocurre por no haber hecho reformas. La reforma de isapres se viene discutiendo desde el año 2010. Eso ha golpeado al sistema, porque eso fue generando crisis paulatinamente, lo que se identifica en la judicialización y en los posteriores ‘supremazos’. Luego llegó la pandemia, con crisis económica de por medio. A esto hay que sumar la tendencia inercial de la baja natalidad. Y a eso hay que agregar una mala regulación, como fue la ley corta. Entonces, es la tormenta perfecta. Y por eso es que llevamos seis años seguidos de pérdida de beneficiarios”, argumenta Inostroza.

Estima que este año la baja de afiliados en la industria continuará, dado que los incrementos de precios de planes que hicieron a fines del año pasado las isapres, producto de ley corta, aún no se ven reflejados totalmente en esta fuga, considerando que siempre hay un rezago de un par de meses en las cifras. Además, hacia el segundo semestre de 2025 vendrá una nueva alza de precios “por esta mala ley corta”, indica.

Hay que considerar que aquellas personas que las estadísticas del regulador reflejan que salieron en diciembre, corresponden a afiliados que anunciaron su baja en octubre de 2023. Esto, porque los empleadores pagan las cotizaciones de los trabajadores en las isapres con un mes de anticipación, antes del 10 de cada mes, y cuando el afiliado anuncia que se va de una aseguradora privada, en realidad se mantiene en dicha isapre durante ese mes y el siguiente.

Así las cosas, se espera que desde enero en adelante se refleje una baja relevante en el número de afiliados de las isapres producto de la incorporación de la prima extraordinaria que empezaron a anunciar las aseguradoras en noviembre. Eso implica que las personas que en noviembre informaron que no seguirían en las isapres producto de este incremento, recién se empezarán a ver reflejadas en las cifras en enero, registrándose desde ese mes la caída de beneficiarios producto del incremento en los planes que autorizó la ley corta.

Por su parte, el abogado y exsuperintendente de Salud, Patricio Fernández, cree que esta pérdida de afiliados que se ha observado ocurre por varios factores, entre ellos, porque “en la mayoría de las isapres ha existido un alza de precio de los planes de salud que ha sido sostenida en los últimos años, lo que sin duda afecta la capacidad económica de las familias de mantener esos planes de salud. También ha influido en algunas isapres, que han disminuido su fuerza de ventas y eso hace que obviamente no existan nuevos ingresos y nuevos contratos. Eso ha ocurrido fundamentalmente en Cruz Blanca”.

Fernández también argumenta que en medio de la proliferación de los seguros de salud complementarios, hay un segmento de la población, concentrado en jóvenes, que han optado por ir a Fonasa y contratar uno de esos seguros. “También la merma de los servicios (de las isapres), sin duda que ha influenciado negativamente”, señala. Asimismo, estima que, aunque en menor medida, podría estar influyendo la tasa de rechazo que hacen las isapres de licencias médicas. “Es notoria la diferencia entre Fonasa e isapres”, plantea.

De hecho, según cifras de la la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), en 2024 las licencias médicas de los trabajadores afiliadas a isapres marcaron una tasa de rechazo en primera instancia de un 23,6% (12,6 puntos porcentuales superior a la de última instancia), mientras que para los afiliados a Fonasa fue de un 7,2% (1,5 puntos porcentuales superior a la de última instancia).

Las isapres atribuyen mayoritariamente la fuga de afiliados a la deteriorada situación económica del país, lo que ha impactado en el empleo de las personas y sus ingresos, y estiman que, tal como ha ocurrido en episodios similares previos, una vez que mejore la situación económica se revertirán estas cifras de desafiliación.

Por empresa

La isapre que más beneficiarios perdió el año pasado fue Cruz Blanca. La aseguradora controlada por el grupo inglés Bupa marcó 63.448 beneficiarios menos en 2024, totalizando 406.491 afiliados. Cruz Blanca es la única isapre que decidió eliminar su fuerza de ventas, en diciembre de 2022.

Le siguió Colmena con 44.366 beneficiarios menos al cierre del año pasado, sumando un total de 598.553 beneficiarios en diciembre de 2024. Luego se ubicó Banmédica, con 41.525 afiliados menos en doce meses, hasta llegar a un total de 599.068. Más atrás se posicionó Consalud, marcando 28.309 afiliados menos en 2024, retrocediendo a 488.229 beneficiarios. En tanto, en Vida Tres la baja fue de 5.299 personas, hasta totalizar 143.692 afiliados.

A la inversa, hubo dos isapres que en 2024 en el neto sumaron beneficiarios a su cartera. Nueva Masvida incorporó 9.867 personas, hasta llegar a 285.242. Mientras que Esencial, perteneciente a la Corporación Chileno Alemana de Beneficencia (CCAB), controladores de Clínica Alemana, sumó 16.491 afiliados, hasta totalizar 37.882 personas.

Al ver cuáles son las isapres que han perdido más afiliados en los últimos cinco años, es decir, desde el cierre de 2019 hasta ahora, se obtiene que Cruz Blanca es la que anota la mayor fuga, con 320 mil personas menos. Le sigue Consalud con una caída de 233 mil afiliados. Luego se posiciona Banmédica con una baja de 111 mil personas, mientras que Nueva Masvida registra una disminución de 95 mil afiliados, y Colmena 56 mil beneficiarios menos. Luego se posiciona Vida Tres con 9 mil personas menos en su cartera. Esencial no se encuentra en el registro dado que fue creada después: inició operaciones recién en 2022.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.