De manera sistemática, hace más de un año, las isapres han venido reduciendo su dotación, principalmente por recortes en sus fuerzas de ventas. Y al cierre del primer semestre de este año se registra la misma tendencia: las seis isapres abiertas del sistema, sin considerar a Esencial, redujeron sus trabajadores en un 9,2% a junio, ya que se registran 669 personas menos en los seis primeros meses del año, totalizando 6.589 trabajadores.

Y esas bajas se explican justamente por reducciones en la fuerza de ventas, ya que los vendedores que se dedican a comercializar planes de salud para las seis isapres abiertas en cuestión, disminuyeron 23,9% en el primer semestre. Esto es una baja de 681 vendedores en los primeros seis meses del año, totalizando 2.164 a junio.

Cerca de la mitad de esa reducción se produjo en el segundo trimestre. Esto, considerando que entre marzo y junio la merma de trabajadores fue de 289 personas, esto es una disminución de 4%. En la fuerza de ventas, la caída fue de 312 vendedores, un recorte de 12,6%.

Las isapres han adoptado una serie de medidas desde hace un par de años, en medio del momento financiero más difícil por el que acusan estar pasando desde la industria, según ha dicho el mismo gremio. Ese escenario han advertido que se agravaría tras el fallo que dictó a fines de noviembre de 2022 la Corte Suprema, el que ordena a las isapres aplicar la nueva tabla de factores a todos los afiliados y restituir los cobros en exceso, por lo que actualmente están a la espera de cómo se resuelve en el Congreso la implementación del fallo, para lo cual la Superintendencia de Salud ha dicho que solicitará más tiempo al máximo tribunal, lo que podría concretarse este viernes.

Pero las firmas han venido tomando cartas en el asunto desde antes de que eso ocurriera. Como parte de ello, una de las medidas que han ejecutado a partir de 2021 ha sido reducir su dotación, ya sea mediante despidos, la no renovación de contratos, o renuncias que no se han suplido.

El caso más emblemático es el de Cruz Blanca, ya que la isapre controlada por el grupo inglés Bupa en diciembre del año pasado despidió prácticamente a la totalidad de su fuerza de ventas. Pero las desvinculaciones se iniciaron bastante antes, y la reducción de dotación ha ocurrido en casi todas las isapres, con excepción de Esencial, que se creó hace poco más de un año; y Nueva Masvida, que ha venido sumando algunos trabajadores.

Así, de acuerdo a lo informado en sus estados financieros a junio, las isapres han disminuido su dotación en 1.325 trabajadores entre junio 2022 e igual mes de este año, lo que corresponde a una baja de 16,7%, pasando de 7.914 trabajadores a 6.589. De esa reducción, la totalidad corresponde a vendedores, es decir, corresponde a trabajadores de la fuerza de ventas, quienes se dedican a comercializar planes de salud para cada isapre.

La isapre que más redujo sus trabajadores durante el primer semestre fue Banmédica, con una baja de 306 personas, un 21% menos, llegando a 1.151 trabajadores. Le siguió Colmena con un recorte de 204 trabajadores, lo que constituye una merma de 11%, quedando en 1.603. Luego se posicionó Consalud con 135 trabajadores menos, lo que significa una caída de 7%, a 1.758 trabajadores. Le siguió Vida Tres con una baja de 33 trabajadores, esto es una disminución de 15%, a 181. En Nueva Masvida no hubo variación, quedando en 1.084 trabajadores, y en Cruz Blanca aumentaron en nueve trabajadores su dotación, a 812.

En fuerza de ventas ocurre algo similar. Banmédica fue la que lideró con 354 vendedores menos, esto es una baja de 47,9%, a 385. Luego se ubicó Colmena con un recorte de 153 vendedores, es decir una baja de 22%, a 537 personas. Consalud se situó en el tercer lugar con una disminución de 82 vendedores, a 599, lo que es una caída de 12%. Más atrás estuvo Cruz Blanca con una merma de 47 vendedores, a 18, una reducción de 72%. Y finalmente Vida Tres, con una caída de 46 vendedores, lo que representa una baja de 29%, a 111. En contraste, Nueva Masvida sumó un vendedor en el primer semestre, llegando a 514.