Italia destinará "algunos millones de euros" confiscados a la mafia para aumentar los controles policiales en sus playas y tratar así de acabar con la venta ambulante ilegal, anunció hoy el ministro del Interior Matteo Salvini.

El ministro ultraderechista presentó el plan Playas seguras para la temporada estival y denunció que detrás de la venta de pequeños objetos veraniegos por parte de comerciantes ambulantes en el litoral, generalmente inmigrantes, está la mafia.

"Comprar una mochila, un vestido o un collar en la playa al pobrecillo que tanta ternura me provoca, significa ayudar a la criminalidad organizada y no al pobrecillo", advirtió, por lo que instó a los italianos a ser "responsables" y no comprar.

El plan anunciado cuenta con "algunos millones de euros" que no precisó para aumentar las patrullas policiales sobre la arena y combatir este fenómeno.

El dinero provendrá, explicó, del Fondo justicia único", con el que el Estado gestiona el patrimonio confiscado por causas penales.

Esas inversiones ayudarán "a algunos ayuntamientos a pagar sueldos extraordinarios a los agentes de Policía local, que podrán patrullar y controlar las playas afectadas" por este fenómeno.

El plan también incluye el "Daspo urbano", una medida similar a la prohibición de acceder a recintos deportivos a personas con antecedentes, pero que en este caso prevé alejar de las ciudades a sujetos con conductas impropias, además de sanciones económicas.

La idea, refirió Salvini, es aplicarla en las zonas de alta densidad turística "infestadas de (vendedores) ilegales".

El nuevo ministro del Interior y vicepresidente del Gobierno que controla con el Movimiento 5 Estrellas siempre ha apostado por dar mayores poderes y herramientas a la Policía.

En este sentido ha dotado con pistolas eléctricas (taser) a las fuerzas del orden de once ciudades, en fase experimental: Milán, Nápoles, Turín, Bolonia, Florencia, Palermo, Catania, Padua, Caserta, Reggio Emilia y Brindisi.