Janet Yellen, haciendo historia en la cúspide del liderazgo económico mundial

Una triada femenina entre los cargos económicos más importantes de la economía mundial está por sellarse. A Kristalina Georgieva, en la gerencia del FMI, y Christine Lagarde, al mando del Banco Central Europeo, se sumará Janet Yellen, la nominada de Joe Biden para ser la primera mujer secretaria del Tesoro de EE.UU. (equivalente al ministro de Hacienda).

La economista de 74 años ya está familiarizada con esta clase de hitos. Gracias a la nominación de Barack Obama y ratificación de un Senado republicano, en 2014 ascendió a la presidencia de la Reserva Federal (Fed), cargo que en un siglo de historia había sido ocupado solo por hombres.

Clara en sus comunicaciones, consiguió liderar en paz un proceso de alza de tasas de interés poscrisis financiera. La medida, resistida por un mercado adicto a la liquidez y criticada por Donald Trump, demostró ser la correcta, especialmente este año. Sin el endurecimiento de la política monetaria que comandó, la Fed no habría tenido el mismo espacio para reaccionar a la crisis por el coronavirus.

Daba así más pruebas de un liderazgo que ostentó por primera vez cuando en 1997 sucedió a quien fuera el profesor guía de su tesis doctoral, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, como jefa del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, con Bill Clinton en la presidencia. De esta manera, si supera el primer desafío de 2021, conseguir la venia del Senado para convertirse en secretaria del Tesoro, Yellen será la primera persona que ha ocupado los tres puestos económicos más relevantes de Estados Unidos.

Sobrepasada esa valla, como se espera, la esposa de otro Nobel de Economía, George Akerlof, se pondrá al mando de la recuperación de la primera economía mundial, tarea en la que la ayudará el recién aprobado segundo estímulo fiscal de US$ 900.000 millones. Sin embargo, el monto podría no ser suficiente.

Biden se refirió a al paquete como un “pago inicial”, dando a entender que no será el último. La negociación de un tercer proyecto de esta naturaleza quedaría en manos de Yellen, quien tendrá que sacar a la luz un manejo político que no demandaban al mismo nivel sus cargos anteriores.

“Donde será útil Janet Yellen será en decirles a los legisladores que no aparten la vista de la pelota y que, incluso después de que se distribuya una vacuna, todavía estaremos lejos de recuperarnos por completo”, sostiene Ernie Tedeschi, economista de políticas del banco de inversión, con sede en Nueva York, Evercore ISI.

Esta labor, sin duda, conlleva importantes dificultades. Su partido, el Demócrata, redujo su supremacía en la Cámara de Representantes y sigue siendo minoría en el Senado, lugar donde enfrentará una fuerte resistencia, con el líder republicano Mitch McConnell como su mayor contrincante. Fue este último el que contuvo un estímulo más elevado, y con una economía en ascenso, se resistirá con más fuerza a un incremento de la deuda y del déficit fiscal.

Por otra parte, Yellen tendrá el desafío de negociar con sus excolegas del Banco Central, área donde sin intervenir en la política monetaria, se cruza el tema del dólar. Resulta relevante, entonces, la postura que defina en torno a la divisa, considerando que la administración Trump ha presionado por su debilitamiento.

Al respecto, Hank Paulson, exsecretario del Tesoro de George W. Bush, señaló en una columna en The Wall Street Journal, que “es de vital importancia reducir la empinada trayectoria de la creciente deuda nacional. De lo contrario, el dólar eventualmente se degradará. Washington no podrá pagar sus facturas”.P