Japón aprobó ayer un nuevo plan energético, el que por primera vez aboga por reducir sus reservas de plutonio, para "contribuir a la no proliferación nuclear", según explicó el texto publicado por el Ministerio nipón de Economía, Comercio e Industria.
El gobierno asiático, que actualiza su plan energético cada tres años aproximadamente, aboga, además, por ampliar el uso de las energías renovables no convencionales (ERNC), con la meta de que representen entre 22% y 24 % de su producción eléctrica en 2030.
Además, hizo un llamado para apoyar el desarrollo de la energía eólica, solar, geotérmica y el uso del hidrógeno a nivel nacional y global, siguiendo los pasos de China al respecto.
También Japón busca reducir su dependencia de los combustibles fósiles, hasta situarla en el 56% para entonces y, de esta forma, cumplir con las metas del Acuerdo de París (2015), sobre la lucha contra el cambio climático. Incluso, espera que para 2030, su dependencia de la energía nuclear se vea recortada "lo máximo posible" y que se sitúe entre el 20% y 22 %, aunque reconoce que es una alternativa "viable" para alejarse del uso del carbón y otros combustibles fósiles.
De esta forma, esta nación espera acelerar sus esfuerzos para luchar contra el calentamiento global y, por ello, se ha fijado el objetivo de recortar en 80% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, en comparación con los niveles registrados en 2013.
El archipiélago japonés, con un índice de autosuficiencia energética que se situó en el 8,3 % en 2016 (según los últimos datos gubernamentales publicados en mayo), cuenta con pocos recursos, por lo que necesita asegurarse suministros energéticos estables, que en su mayoría proceden de los combustibles fósiles, el 89 % en ese año.
Japón había realizado grandes inversiones en energía nuclear, pero el accidente de la planta de Fukushima Daiichi en 2011, llevó a un apagón atómico de dos años y actualmente solo siete de sus 42 reactores en condiciones operativas están funcionando.
Según el World Energy Outlook de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), China e India son responsables de más del 90% del crecimiento neto de la energía nuclear hasta 2040. Por otro lado, sin contar a Japón, la generación de energía nuclear en las economías desarrolladas declinará 20% para 2040.