Más de 200 jardines infantiles y salas cunas particulares están solicitando al Ministerio de Salud ser calificadas como esenciales para evitar volver a cerrar sus puertas. El año pasado más de 1.000 establecimientos privados a nivel nacional tuvieron que cerrar definitivamente por el impacto de la pandemia, y a fines de año, reabrir los establecimientos se transformó en un eslabón esencial para el plan de recuperación del empleo que en ese momento lanzó el gobierno. Hoy podría suceder lo mismo debido al estado de avance del Covid-19 en el país en la llamada segunda ola y donde 24 comunas del país están en cuarentena.
“En este nuevo cierre que se está dando a lo largo de Chile, en muchas ciudades, nos dimos cuenta que la situación no es igual que la vivida el año pasado, cuando tuvimos que cerrar las puertas a partir de marzo y donde había mucho desconocimiento. Pero hoy nosotras ya sabemos cómo prevenir este Covid-19. Sabemos aplicar nuestros protocolos de manera rigurosa, tanto en el personal como en los apoderados, y también sabemos cómo enseñarlo a los niños. Ese conocimiento no lo teníamos el año pasado”, explica la coordinadora nacional de la Federación de Salas Cunas y Jardines Infantiles Particulares, Ana María Ramírez. Y es por eso que tanto a nivel nacional como regional, las sostenedoras privadas de estas instituciones están conversando con las autoridades de Salud para poder tener esta calificación y así poder mantener las puertas abiertas en Fase 1, solicitud que hasta ahora no ha tenido acogida en el Ejecutivo.
“No nos pueden comparar con los colegios. Ese es un alumnado con niñas y niños de mayor edad y tienen una gran cantidad de alumnos por sala. Nosotros siempre hemos manejado una matrícula mucho menor. En un año normal, en promedio hay 50 alumnos en todo un jardín. Son realidades distintas, pero lamentablemente se nos engloba en toda la realidad educacional”, señala. Y añade que hoy, los establecimientos que están operado cuentan, en promedio, con 10 alumnos. “Durante años hemos apoyado a las mamás trabajadoras y queremos seguir haciéndolo. Tenemos todos los protocolos, aceptados por los ministerios de Salud y Educación, por lo tanto, sabemos que podemos seguir ejerciendo nuestras labores”, dice Ramírez.