La cautela se toma los mercados y el oro brilla como siempre en estas ocasiones. Ad portas de importantes referencias económicas y empresariales, el metal precioso anota un nuevo incremento y rompe el techo de los US$ 1.300 la onza.

Concretamente, escala un 0,41% hasta los US$ 1.308 por onza, su nivel más alto desde mediados de mayo de 2018.

Esta alza se da en medio de la expectación de los inversionistas por los resultados del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal que inició su reunión en la que decidirá sobre las tasas de interés y dará pistas sobre el futuro de la política monetaria en EEUU.

A ello se suman los resultados de las grandes empresas de Wall Street, las que servirán de barómetro para saber cómo está afectando la desaceleración de la economía mundial; las negociaciones entre China y EEUU por la guerra comercial; y una votación clave en el Reino Unido sobre el futuro del Brexit.