José Manuel Mena, presidente de la Asociación de Bancos: “Hay entidades de tamaño relevante que tienen que hacer aumento de capital”
El líder del gremio revela por qué hubo sorpresa en la industria cuando el Banco Central activó esta semana el requerimiento de capital contracíclico. Además, afirma que si se esto se puede concretar íntegramente mediante holguras, debería haber "un ritmo semejante al actual" en cuanto a la entrega de créditos. De todas maneras, puntualiza que hay bancos que tendrán que levantar capital para poder cumplir con esta exigencia. Su principal reparo es respecto al modo en que el instituto emisor comunicó el asunto.
La banca recibió este martes con total sorpresa la decisión del Banco Central (BC) de activar por primera vez el Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC) en un nivel de 0,5% de los activos ponderados por riesgo, para lo cual tendrán un plazo de un año.
El presidente de la Asociación de Bancos, José Manuel Mena, confirma la cifra que ha circulado respecto a lo que implicaría esto en términos de montos: son US$1.500 millones. En un inicio desde el gremio pensaron que tendrían que constituir dicho monto con capital nuevo, pero luego de los anuncios que hizo posteriormente el instituto emisor, internalizaron que esto se podrá integrar mediante holguras. No saber eso desde un principio, explica en parte el nivel de sorpresa que hubo el martes por la noche en la industria, cuando se conoció el anuncio sin esos detalles. Pero también hubo otros elementos que contribuyeron, señala el dirigente.
¿Por qué la medida adoptada por el Banco Central les generó tanta sorpresa?
-Estamos hablando de elementos que son complejos y que tienen gran magnitud en los volúmenes de decisión, y que afectan al sistema financiero como un todo. Entonces, estamos hablando de muchos conceptos en situaciones inéditas, cuya evidencia únicamente la podemos mirar comparadamente con otros países. El colchón contracíclico es parte de Basilea III, (estándares en los que) se ha ido avanzando en forma importante con dos efectos. El primero, es que ha ido quedando demostrado, en términos de capacidad y disposición de la banca, el aumentar en forma sostenida sus capitales. Pero lo segundo, es que cuando esto se ha producido, ha sido en un marco en donde la normativa es muy clara en términos de cómo se constituyen esos conceptos, y ha habido total transparencia del regulador y supervisor, CMF (Comisión para el Mercado Financiero), para poder entender su impacto y cómo se hace la gestión de estos conceptos en un marco de Basilea, que tiene muchos elementos. Yo creo que la sorpresa está dada no por el concepto que exista (la activación del RCC), sino porque creo que es discutible el momento.
¿Por qué?
-En el mundo, la evidencia comparada dice que (el RCC) se constituye habitualmente cuando la economía y crédito están creciendo, y en efecto (acá) se pone en un momento de contracción. Me parece que también es discutible el que no hayamos tenido alguna evidencia del mismo Banco Central en términos de sus reuniones previas, para anunciar que esto estaba en análisis, en evaluación para hacer su implementación (...) Y por último, hay situaciones que creo que se pueden mejorar. Está especialmente el cómo se constituye (el requerimiento de capital del RCC). Este es un tema del cual yo creo que vamos a tener claridad cuando el regulador y el supervisor hagan una aclaración más específica de cómo, por ejemplo, este colchón contracíclico se puede constituir contra capitales ya suscritos y que ya están en la contabilidad de los bancos. Yo no conozco una evidencia internacional al respecto. Y me parece que son elementos de conversación, porque si lo que hemos escuchado del Banco Central es consistente, estamos hablando de cambios contables únicamente, porque son capitales que ya estarían constituidos, y eso disminuye en forma relevante el impacto en el mercado.
Cuando dice que no conoce otra evidencia internacional en que esto se pueda hacer contra capitales ya suscritos, ¿se refiere a las holguras de las que habló el Banco Central?
-Sí.
¿No hay evidencia internacional de que esto se pueda hacer completamente con holguras?
-Lo que conocemos, es que cuando se crea el buffer contracíclico, más bien se utiliza capital adicional. No conozco evidencia específica en que se permita el uso contra capitales ya constituidos, porque habitualmente lo que se ha hecho es buscar aminorar el crecimiento de los créditos. Contra eso se ha ido constituyendo el buffer, ese es el concepto, por eso se llama contracíclico. Por eso es que no conozco evidencia distinta. A lo mejor existe. Estamos estudiando el punto. Pero creo que habría sido ideal haber tenido una posibilidad de tener una conversación previa en términos de lo que estamos hablando, conceptual, de cómo se constituyen estos mecanismos. Podría haberse hecho esta conversación seis meses atrás, un año atrás.
¿Qué efecto puede tener esto sobre el crédito y sobre la economía?
-Me voy a los casos extremos: si tenemos una situación en que hay que levantar todo el capital, hay un efecto que necesariamente afecta al costo del crédito y al ritmo de crecimiento. Pero si, en cambio, lo que tenemos es simplemente un uso más adecuado de instrumentales que no implican un aumento de capital, vamos a tener un ritmo semejante al actual.
Entconces, si se hace mediante holguras, ¿sería acotado el efecto sobre el crecimiento y sobre colocaciones?
-Así es.
En ese sentido, el Banco Central dijo que el sistema tiene holguras suficientes para poder hacer frente a este requerimiento. ¿Hay bancos específicos que tendrían que hacer aumentos de capital, o todos lo pueden hacer mediante holguras?
-No, hay diferencias importantes. Hay entidades de tamaño relevante que tienen que hacer aumento de capital.
Pero no de la magnitud total, o sea, puede ser un aumento de capital menor al...
-Este es un concepto nuevo, por lo que no tenemos ese detalle, pero lo que uno puede estimar es que hay bancos en que esas holguras no son significativas para el monto de lo que se está pidiendo. Los bancos tienen una planificación de capital. Esto quiere decir que los bancos dicen, ‘mira, estas son las reglas del juego, así está construido Basilea, este es el calendario en que van a ir abriéndose cifras de requerimiento’, y hay una gestión de capital. En ese sentido, el resultado del año pasado fue en su mayor parte capitalizado. ¿Por qué? Porque está dentro de la planificación. Este es un elemento nuevo, y por lo tanto, hay que entrar al detalle de cada banco.
La presidenta del Banco Central ya ha salido a explicar por qué decidieron activar ahora el RCC. ¿Quedaron conformes con las explicaciones?
-El Banco Central es completamente autónomo para tener en su razonamiento el momento adecuado. Nosotros sólo podemos acompañar ese razonamiento y tratar de entenderlo. ¿Qué es lo que me falta? Yo creo que parte de lo que hay que construir es que los razonamientos cualitativos deben llegar a razonamientos cuantitativos. Las atribuciones del Central están claras y están fuera de nuestro ámbito, pero lo que decimos es que tenemos que comprenderlo (...) Son elementos bien técnicos, pero que tienen que ver con que el mercado pueda internalizar mejor el cómo gestionar estos instrumentos, en la medida que tengamos a la mano un razonamiento de variables cuantitativas que, por ejemplo, impliquen un cambio en la holgura de capital, reduciéndolo fuertemente.
¿Esperan que se entregue un análisis cuantitativo de la medida?
-Cuando hablo de análisis cuantitativo es, por ejemplo, construir ese mismo gráfico que tiene (el Informe de Estabilidad Financiera en cuanto a) cifras de respaldo respecto a lo que es la holgura de capital (en un escenario de estrés), por lo tanto, ¿cómo se llega al 0,5%? Esto puede que sea 0,75% en seis meses más, dependiendo de las variables que fueron el respaldo para poder construirlo. ¿Cuáles son esas variables? Hay que hacer el cuadro de holgura de capital nuevamente, con un escenario más estresado (...) Recordemos que este colchón por ley permite llegar hasta 2,5%. Hay países que partieron en 0,25%, hay países que saltaron en alguna situación a 1%, pero también hay países que nunca lo han activado. Ese razonamiento de cada país responde a las situaciones que caracterizan a ese país, hay explicaciones por cómo son los sistemas financieros de esos países específicos, y además cómo actúa el Banco Central dentro de cada uno de esos países. Esa lógica, en la que el Banco Central ha sido consistente en poder dar esa información al mercado en otro tipo de herramientas, por ejemplo, los IPoM, ayudan mucho, y hay claramente una cultura en términos de explicar, informar, adelantarse, en lo posible. Eso es muy relevante para el mercado, para que pueda comprender la lógica de razonamiento cualitativo y cuantitativo, para llegar finalmente a tomar decisiones que incluso se incorporen en la comunicación de capital que es anual, y en algunos casos en los bancos trasciende el año.
Sobre el análisis que hizo el Banco Central, donde dijo “ha aumentado el riesgo de ocurrencia de un shock externo severo, aunque su probabilidad es baja”, ¿el análisis le parece adecuado?
-Está dentro de la atribución completa del Central el poder decidir la situación del escenario externo, nosotros no tenemos opinión sobre ello, lo único que decimos, sólo enfatizar que la evidencia comparada dice que estas herramientas se activan más cuando la economía y el crédito van creciendo.
El Banco Central dijo que hay varias economías a nivel mundial que lo han activado en los últimos meses.
-Hay que mirar la realidad de esos países y cómo están. Hay países que simplemente lo han mantenido, la mayor parte lo ha mantenido. Por eso digo que aquí hay un tema de información que yo creo que se puede trabajar de mejor forma. Estamos hablando de herramientas muy novedosas. Y en ese caso creo que la disposición es mutua de poder generar más información, generar respaldos que permitan gestionar para adelante al mercado. Y eso estoy seguro que lo podemos mejorar.
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