El mercado laboral se rigidizó con la última reforma realizada durante el gobierno pasado. Por ello, aplicar medidas o cambios con el foco en particular en el segmento de los jóvenes es una buena iniciativa.
Y más allá de las razones de estudio o simple desinterés para buscar trabajo, es importante constatar que aún existe un espacio para más empleo. De hecho, de acuerdo con los datos públicos, el 37% de los jóvenes ocupados está dispuesto a trabajar más horas.
A nivel desagregado, el 15% de los jóvenes ocupados entre 15 y 19 años trabaja de 1 a 15 horas habituales según el banco de datos del INE, el porcentaje sube a 22% cuando se trata de 16 a 30 horas habituales.
Si se revisan los datos de cuántos ocupados se muestran dispuestos a trabajar más horas de las habituales, la cifra llega al 37% del total, cifra que en números llega a los 63.311, para el período de enero a marzo de 2018.
Incluso, las estadísticas del INE muestran que también están quienes se declararon disponibles de manera inmediata para trabajar y que considerando el total de ocupados para este rango etario, llega al 35%.
Ante estos números, resulta evidente que la iniciativa que busca sacar adelante el gobierno en cuanto a establecer un Estatuto Laboral Juvenil, apunta en una buena dirección. No sólo porque puede bajar las altas tasas de desempleo del segmento, sino que también puede elevar los ingresos de los que ya están trabajando y están dispuestos a destinar más horas.
En este nuevo estatuto, el Ejecutivo buscará elevar los incentivos para la contratación juvenil elevando la flexibilidad de la jornada de este segmento. Es importante que textos reconozcan las distintas realidades de los grupos específicos, sin embargo, más relevante aún es que el mercado laboral como un todo pueda tener condiciones más flexibles para la contratación.