Buenas perspectivas entregó JP Morgan para Chile en su informe anual 2019. De acuerdo al banco de inversión, el crecimiento del país durante este año será de 3,5%, sin embargo, si se avanza rápidamente en las reformas tributaria, de pensiones y laboral, el país podría crecer sobre ese nivel.

De acuerdo al reporte, el desempeño del mercado local en 2018 fue el segundo peor de Latinoamérica, a pesar de la victoria de Sebastián Piñera, amigable con el mercado, y las cifras y expectativas positivas de crecimiento del país, plantea JP Morgan.

En ese sentido, dice que "si el Congreso aprueba sin cambios importantes la agenda propuesta de reformas a favor del crecimiento, esto podría llevar a una recalificación del mercado".

Por otro lado, JP Morgan dice que existe un riesgo al alza en la expectativa de consenso de que las utilidades corporativas aumentarán 14% este año, el nivel más bajo de Latinoamérica, "lo que hace que las valoraciones actuales sean más atractivas. Por lo tanto, seguimos siendo optimistas sobre las perspectivas para el mercado chileno en 2019", detalla.

Con este telón de fondo, el banco de inversión recomienda tener exposición a Chile mediante tres acciones: Santander Chile, SQM y Mall Plaza. La primera, explica, porque es sensible a la inflación y dada la debilidad actual del tipo de cambio, puede ver una mejora en el ingreso neto por intereses en 2019. "También hemos visto un fuerte crecimiento de préstamos últimamente gracias a una mayor confianza en el país con el Presidente Piñera", dice el informe.

¿Litio, el futuro de Chile?

Para JP Morgan, el litio puede ser una oportunidad para la economía del país. "El litio podría representar un metal importante para el futuro de Chile.

Si se cumple el aumento de la demanda proyectada de litio, impulsada principalmente por aplicaciones industriales y baterías, podría desencadenar inversiones mineras y una nueva fuente de ingresos para el país", concluye el informe.

Es más, agrega que "aunque el litio no reemplazará al cobre en un futuro cercano, podría proporcionar una fuente de diversificación para la economía chilena, que es altamente dependiente del metal rojo.

Según las agencias gubernamentales, esta industria tiene el potencial para convertirse en un subsector valioso de la economía chilena, alcanzando un valor de exportación cercano a las industrias vitivinícolas, salmón o silvicultura. En este contexto, el litio ha ido ganando importancia en la economía chilena, considerando que en 2010 el metal representó solo el 0,24% del total de las exportaciones chilenas, mientras que en 2018 esa cifra ha aumentado a 1,26%".