Juan Carlos Fisher: “Hay mucha cautela por temor a una represalia; yo estoy tremendamente preocupado”
El presidente de la Cámara de Comercio Peruano-Chilena ve con temor la posibilidad de que el próximo presidente de Perú sea Pedro Castillo, cuyas declaraciones antichilenas, dice, enturbian el panorama. Si hace lo que está en su programa, “pierdo mi empresa”, anticipa. Hoy, reconoce que la inversión está en pausa.
El miércoles, el presidente de la Cámara de Comercio Peruano-Chilena, Juan Carlos Fisher, moderó un seminario. Se trataba de un webcast con un sinnúmero de socios del gremio de promoción de inversiones con sede en Lima que hoy reúne a las principales compañías chilenas presentes en ese país, tales como Falabella, Latam, Agunsa, Arauco, AFP Habitat y BCI. Exponían la expresidenta del Consejo de Ministros, Mercedes Araos; el presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, Ricardo Márquez, y el empresario minero Roque Benavides. El tema: Perú postelecciones. No hubo conclusiones. Nadie tenía esa capacidad. Reinó el silencio. Fisher confidencia estar preocupado con el panorama electoral. Para él, que gane Pedro Castillo es, por decirlo menos, complejo. “Si estatizan la banca y los seguros, pierdo mi empresa”, enfatiza.
Fisher es chileno. Hijo de madre peruana, partió en los 70 a vivir al país vecino, tras los pasos de sus padres. Hoy es el presidente de Euromundo Corredores de Seguros y CEO de la firma de consultoría FISHER PR Consulting S.A.C., entre otros cargos. Desde 2009 preside la Cámara de Comercio Peruano-Chilena. Nunca le había tocado ver una elección como la actual. El extremismo de Castillo es prácticamente inédito, subraya.
¿Cómo lee los resultados de las elecciones?
Primero, aún no hay resultados. Esto no está confirmado. El nivel de impugnaciones que se han hecho a raíz de las irregularidades que se han encontrado han sido no menores, entonces hablar de un resultado final está complicado.
Dicho eso, Castillo es un personaje que ha dicho que va a deschilenizar Perú, y yo, como presidente de la Cámara de Comercio Peruano-Chilena, que por mi lado han pasado cerca de US$ 30.000 millones de inversión entre ambos países, no puedo hacer otra cosa que echarme a temblar.
Entendiendo que no están los resultados, sí es clara la división de Perú. Hay un 50% apoyando a Pedro Castillo. ¿Qué lectura le da a eso?
Este no es un outsider. Es un sindicalista profesional, que se dio a conocer en 2016, alentando la huelga magisterial más feroz que se haya dado en la historia republicana del Perú. Este señor no es una novedad. Que venga un hombre sencillo, del campo y le diga a una población marginada históricamente como es la del interior del país, que los mineros te van a quitar el agua para sacar oro y que te van a contaminar, esa gente es carne de cañón. Además, desafortunadamente han tenido que pagar las consecuencias de unos gobiernos regionales absolutamente corruptos, por lo que a esa gente no le ha llegado la bonanza económica que Perú sí ha tenido. Y como contrapeso está una figura como Keiko Fujimori, que arrastra un background del cual no creo que sea completamente responsable, porque uno no se puede hacer cargo de lo que hace el padre.
A lo que se suma un 27% que no fue a votar. No entiendo cómo ahora se rasgan sus vestiduras cuando no dejaron su departamento en Miami para ir a votar, y me refiero al sector A y B.
¿Cuál es la autocrítica del empresariado?
Independientemente de las buenas intenciones que todos los empresarios puedan tener, el problema es que no hubo autocrítica. No me puedo sentar a llorar frente al mar, diciendo por qué mis comuneros –hablando específicamente del tema minero, que es la zona de donde viene Castillo- no me quieren. Bueno, el problema es por qué no me están entendiendo y qué tengo que hacer para darme a entender. Y es ahí donde creo que ha habido torpeza comunicacional.
Castillo ha hablado contra empresas como Falabella y Latam. ¿Se sienten intimidados?
La gente es muy cauta. Hay mucha cautela por temor a una represalia, yo estoy tremendamente preocupado.
Más allá de eso, acá sucede que estamos hablando de una persona tremendamente limitada en términos intelectuales. Él no tiene idea de lo que es un monopolio. Además, tiene una fijación con Falabella. También ha dicho que va a eliminar todos los Tratados de Libre Comercio, y los más importantes están con China, Chile y EE.UU.
En Perú, la presencia chilena es demasiado obvia. El antichilenismo existe. Acá hay heridas que se han mantenido abiertas, heridas de la Guerra del Pacífico, aunque parezca mentira.
¿Cuál es el sentir de la Cámara que preside?
Hay incertidumbre y cautela. Hay más de 1.500 mesas impugnadas y 200 mil votos en pugna, calcula que PPK ganó por 40 mil votos, entonces 200 mil son muchos votos.
Si llega a ganar Castillo, ¿cuánto afectaría eso al sector empresarial?
Sería un batatazo bien importante. El dólar se va a disparar, las acciones se van a venir al suelo hasta que esta cosa se estabilice. Este hombre ha tenido un discurso que ha sido su plan de gobierno hecho por Vladimir Cerrón (exgobernador de Junín), que es marxista, leninista, comunista, mariateguista. Si este hombre se circunscribe a lo que su plan de gobierno dice, significa estatización de la banca, de los seguros, reforma agraria. No se ve una situación buena si es que sale él.
Perú ha transitado por una incertidumbre política hace ya meses. ¿Qué es lo que agrava hoy el escenario?
Lo extrema de una de las opciones. El centro desapareció en el Perú.
¿Le cree a la moderación de su discurso?
No. Tengo 61 años, ya no me cuentan cuentos.
¿Cuál es su pulso respecto a la dinámica actual de inversión?
Está absolutamente frenada. Todos los proyectos que teníamos en cartera, que he visto en la Cámara, están interrumpidos; todos en stand by. Hoy hay que esperar.
¿Si gana Keiko, qué le espera al sector?
Mayor tranquilidad, sin duda, pero en realidad hay que poner las barbas en remojo. Acá nos tenemos que sentar todos en una mesa y hacer un acto de contrición, y decir ‘esto no puede continuar’.
Gane cualquiera de los dos, ¿qué debe hacer el empresariado de aquí en adelante?
El trabajo que hay que hacer es unirse, hacer entender, buscar el mecanismo para que la sensación de bienestar que dan las cifras llegue a la población en general. Las cifras macroeconómicas nunca habían estado mejor, sin embargo, la sensación de la gente, las expectativas insatisfechas, es lo que ha generado esto, y ahí tenemos una tremenda responsabilidad.
¿Es la situación más compleja que le ha tocado enfrentar al empresariado en Perú?
Pienso que sí. En este minuto hay que esperar.
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